España

España ultima su despliegue en unas macromaniobras con 40.000 militares de la OTAN para disuadir a Rusia

El 'Steadfast Defender 2024' es uno de los mayores ejercicios de la OTAN desde la Guerra Fría. Los países miembro actuarán de forma simulada en defensa de un aliado

Se consideran unas de las mayores maniobras de la OTAN desde la Guerra Fría y España, como país miembro, participará en el despliegue, que contará con la presencia de unos 40.000 efectivos. El objetivo: disuadir a Rusia de cualquier intento de agresión a alguno de los integrantes de la Alianza. El ejercicio llega en un momento crítico, coincidiendo con la ampliación de la fuerza de despliegue rápido atlantista y el previsible desplazamiento de nuevas tropas a las órdenes de Vladimir Putin a Ucrania.

Se trata del ejercicio Steadfast Defender [Firme Defensor, en inglés], que se desarrollan de forma trienal pero que este 2024 adquieren una envergadura nunca vista en este tipo de maniobras. En esta ocasión se celebrarán en primavera y cuentan con la participación no sólo de los países de la OTAN, también de Suecia, cuya entrada en la Alianza aún debe ser ratificada.

El escenario elegido para estas macromaniobras incluye a Alemania, Polonia y los países bálticos, así como el Mar del Norte, espacio del Atlántico comprendido entre las Islas Británicas, Noruega, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Bélgica y Francia. Según los datos oficiales de la OTAN, se prevé el desarrollo de al menos 500 operaciones de combate aéreo y medio centenar de buques militares. Entre ellos, los españoles.

Participación española

Según detallan desde el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), España ya tiene asignados los buques con los que participará en el ejercicio. Nuestro país ha asumido el mando de la Agrupación Naval permanente número 1 de la OTAN, la misión de la OTAN en aguas del Atlántico, contando con el despliegue de la fragata Almirante Juan de Borbón y el buque de aprovisionamiento para el combate Cantabria, de la Armada.

"Entre las dotaciones de los barcos españoles, la Unidad Aérea Embarcada de la 10ª Escuadrilla de Aeronaves, un Equipo Operativo de Seguridad de Infantería de Marina y personal comisionado, entre los que se encuentra un médico y un controlador de aeronaves en la mar, las Fuerzas Armadas españolas están aportando más de 400 efectivos a la Alianza", indica el EMAD.

Estos dos buques, junto al buque alemán FGS Bonn y la fragata italiana ITS Rizzo constituyen una agrupación naval de la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF, por sus siglas en inglés) de la OTAN, una fuerza militar de despliegue rápido en caso de crisis inmediata contra uno de los países de la Alianza.

Y esta agrupación, con participación española, participará en el Steadfast Defender, "el mayor ejercicio de la OTAN programado con carácter trienal", según señala el EMAD: "Estas operaciones, en aguas del Mar del Norte, tienen como objetivos la disuasión, la defensa colectiva, la presencia naval y el incremento de la interoperabilidad entre Armadas".

Disuasión de la OTAN ante Rusia

Este macroejercicio de la OTAN tiene un diseño específico: se desarrollará sobre un mapa real y supondrá la capacidad de respuesta ante un enemigo ficticio llamado Occasus, de claros paralelismos con Rusia y sus países aliados, que atacaría a uno de los países miembro de la Alianza.

El desarrollo de esta actividad corresponde a la respuesta de la OTAN ante la invasión de Ucrania. La Alianza ha reforzado su presencia militar en el flanco este de Europa, lo que ha supuesto un incremento del despliegue de las Fuerzas Armadas españolas en diferentes escenarios como disuasión ante Rusia: más de un millar de los 3.000 efectivos españoles en misión ya participan en estos despliegues; cifra que aumentará con el inminente envío de tropas a Eslovaquia.

Del mismo modo, la OTAN ha aumentado su capacidad de respuesta a través de sus fuerzas de muy alta disponibilidad. El secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, aseguró que este contingente pasaría de tener 40.000 efectivos a más de 300.000.

Además, los países de la Alianza sellaron en Madrid su compromiso a alcanzar al menos el 2% de sus respectivos PIB a cuestiones relacionadas con Defensa. En España, ese aumento -el último año se alcanzó la cifra del 1,3% con expectativas de alcanzar el 2% esta misma década- se ha traducido en la continuidad o puesta en marcha de diversos proyectos para la renovación de material armamentístico que ya rozaba la obsolescencia: desde cazas de combate hasta fragatas o submarinos, pasando por carros de combate.

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