“Existe en opinión de este juzgado, una evidente relación de causa efecto entre el botellón que nunca debió de haber existido y el resultado letal producido. El ‘macrobotellón’ no fue la única causa, pero fue una de las causas y como encargada de impedirlo era la Policía Municipal, el máximo responsable de la misma debe responder por su negligencia”. El juez Eduardo López-Palop, magistrado de Instrucción número 51 de Madrid, ha hecho público el auto en el que imputa a un total de 16 personas por la tragedia del Madrid Arena, en la que murieron cinco jóvenes.
Además del dueño de la empresa organizadora, Miguel Ángel Flores, y de responsables de seguridad y médicos, el juez imputa al Jefe de la Policía de Madrid, Emilio Monteagudo. El fiscal excluyó a Monteagudo de su petición de imputados que presentó el mes de julio.
El juez cree que la causa determinante de la tragedia fue que de las ocho salidas de evacuación solo tres estaban abiertas
El auto, de 25 folios, deja claro desde el inicio que el aforo autorizado para el evento era de 10.620 personas, y añade que “se llegaron a vender en torno a 23.000 entradas”. Esta circunstancia, y la entrada posterior de personas por un portón, hizo que la situación de aglomeración impidiera desplazarse, “situación de angustia agravada por el estado de embriaguez de muchos de los asistentes”. Cree el juez que la causa determinante de la tragedia fue que de las ocho salidas de evacuación, solo tres estaban abiertas. El resto estaban bloqueadas por escenario, camerinos de artistas, etc…
Pero ya en los antecedentes de hecho, el juez López-Palop señala que la Policía Municipal de Madrid “estuvo en el lugar de los hechos de forma manifiestamente insuficiente, esporádica y con una pasividad totalmente inadecuada para la gravedad de los hechos que estaban aconteciendo”.
“Todo lo anterior –señala- es extremadamente relevante porque la conclusión de estos elementos aglomeración interior y botellón exterior fue determinante en la tragedia que posteriormente hubo que lamentar”.
El juez relata que cuando comenzó a actuar el DJ Steve Aoki accedieron unas tres mil personas, muchas de ellas bebidas, provenientes del botellón exterior desde el portón de entrada de mercancías y salida de emergencia. “La situación provocó que algunos jóvenes que no podían ni respirar buscaran la salida a través de los portones que se encontraban practicables”, añade.
La avalancha
El doctor Viñals trabajó en una habitación “sin ventilación, escasa iluminación y en un auténtico lujo de despropósitos, sin tener ni siquiera agua corriente”
La colisión tumultuaria entre las personas que querían entrar y las que querían salir provocó una avalancha humana que dio en el suelo con un numeroso grupo de jóvenes, entre las que se encontraban las cinco niñas que murieron.
Cuestiona el magistrado que el doctor Viñals, de 80 años, estuviera al frente de la “supuesta enfermería” y se extraña de que aceptara ese cuarto para trabajar “pues la habitación no tenía ni ventilación, escasa iluminación y en un auténtico lujo de despropósitos, sin tener ni siquiera agua corriente”.
El juez acuerda que la lista de imputados por cinco supuestos delitos de homicidio y diez de lesiones por imprudencia grave quede de la siguiente manera: Miguel Ángel Flores (responsable de la empresa organizadora), Santiago Rojo, Miguel Ángel Morcillo, Rafael Pastor, Francisco del Amo, José Luis Rodríguez Caamaño, José Ruiz, Juan José París, Raúl Monterde, José Antonio Díaz, Roberto Mateos, Emilio Monteagudo (jefe de la Policía Municipal de Madrid), Carlos Manzanares y Emilio Belliard.
Como imputados por tres homicidios por imprudencia profesional grave figuran Simón Viñals y su hijo el también doctor Carlos Viñals. Considera que el Ayuntamiento de Madrid, las empresas Diviertt, FSM, Group Management, Seguriber y Kontrol 34 son responsables civiles subsidiarias, mientras que Zurich, AIG, Mapfre e Hiscox son responsables civiles.
El empresario
El juez hace mención expresa de cada uno de los imputados. De Miguel Ángel Flores señala que declara que el plan de seguridad era competencia de Madrid Espacios y Congresos (empresa municipal) y que no tuvo alternativa para contratar empresa de seguridad, pues le fue impuesta por el Ayuntamiento Seguriber.
El juez señala como responsable a Miguel Ángel Flores porque “tuvo directísima participación en el número de entradas que se vendieron” y que actuó de “mala fe”
Sin embargo, el juez señala que toda la organización del evento era de su responsabilidad y que “tuvo directísima participación en el número de entradas que se vendieron y caudal de personas que entraron en la fiesta, produciendo un sobre aforo que, según se ha señalado tuvo una importancia decisiva en los acontecimientos y que trajeron como consecuencia el fallecimiento de cinco jóvenes”.
Dice que actuó de “mala fe”, ya que una parte de las urnas que contenían las entradas es ocultada en el pabellón satélite y solo aparecieron unos días después. Señala que hubo una “intención premeditada y maliciosa de ocultación de las urnas a las investigaciones policiales y judiciales”. Insiste en que tiene “un desmedido afán de beneficios económicos sacrificando la seguridad” y oculta pruebas.
El director de la empresa propietaria
Rafael Pastor, director de Seguridad de Madrid Espacios y Congresos, dijo al juez, según figura en el auto, que no tenía potestad alguna para parar el evento, aunque detecte fallos de seguridad. Aunque la policía le dio la orden de precintar el pabellón, se mantiene abierto hasta que termina el acontecimiento.
El juez señala que Rafael Pastor dijo en sus declaraciones que ignoraba que las puertas de la cota 0 (las de emergencia) estuvieran precintadas y si había coordinación... “Cabe recalcar –añade el magistrado - que las anteriores manifestaciones las hace quien es, en el momento de los hechos, nada menos que el Director de Seguridad y Emergencias de la entidad propietaria del Madrid Arena”.
Respecto a Emilio Monteagudo, Jefe de la Policía de Madrid, el juez es muy extenso en su auto. Hay que recordar que el fiscal no incluyó a Monteagudo en la lista de personas que debían ser imputadas.
El juez López-Palop dice que Emilio Monteagudo era el máximo responsable de la actuación del cuerpo policial y de supervisar el nivel de riesgo y de promover los medios necesarios para que “en el ámbito de sus competencias de la Policía Municipal, las fiestas los conciertos y espectáculos que se desarrollan en Madrid, puedan hacerlo con normalidad”.