Un violento robo en su casa de Madrid pudo costarle la vida a un hombre que se armó de valor para enfrentarse al joven que entró en su domicilio para desvalijarlo. La víctima fue atada y amordazada por un sujeto que portaba un machete. La rápida intervención de la Policía Nacional consiguió detener en las inmediaciones al presunto responsable que arremetió contra los funcionarios y llegó a herir a uno de ellos, según adelantan fuentes policiales a Vozpópuli.
El brutal asalto se produjo el pasado 23 de mayo a las 10:45 horas en la calle Labrador de Madrid en el distrito de Arganzuela. Un vecino fue el que llamó al 091 porque escuchó muchos golpes pero no pudo especificar el piso exacto de donde provenían los ruidos.
Los agentes de Seguridad Ciudadana de Arganzuela se desplazaron rápidamente al edificio y localizaron en la calle a la víctima del robo. Era un hombre español de 59 años que tenía la cara ensangrentada y un martillo en la mano. Aún en estado de pánico confesó a los policías que una persona extraña había accedido a su domicilio.
Amordazado y atado de manos
La víctima aseguró a los agentes que había salido de la ducha y se había encontrado al ladrón en el interior de su inmueble con un machete en la mano. El sujeto le había amordazado y tapado la boca con cinta aislante. También sujetó con bridas sus manos. Estaba metiendo sus pertenencias, entre ellas una PlayStation 5, en una mochila de color negro.
Este hombre, armado de valor, se consiguió zafar de las bridas y cogió un martillo para defenderse. Se produjo un enfrentamiento entre ambos y el ladrón se marchó de la casa por la ventana y descendió a un patio interior. La víctima aseguró a los agentes que el autor se había ido corriendo por el parque de las Peñuelas.
Los intervinientes solicitaron refuerzos en la zona y pidieron a sus compañeros que vigilaran esta zona verde por donde podría haberse marchado el delincuente. De forma paralela, un testigo vio al sospechoso ensangrentado corriendo por el prado y llamó a la Policía.
Así, los policías realizaron batidas por el parque de las Peñuelas y hallaron al ladrón de la casa escondido entre unos arbustos y unos cartones. Al ser localizado se marchó corriendo en dirección a la calle Arganda. Los funcionarios comenzaron una persecución. En ella, uno de los agentes llegó a agarrar al joven por la camiseta pero fue agredido por este peligroso sujeto.
La huida del ladrón de la casa
En su huida, saltó la valla de una urbanización pero fue interceptado en este punto por los actuantes. Estaba muy agresivo y se opuso de forma violenta a su detención. El ladrón tuvo que ser trasladado a un centro sanitario ya que tenía varias heridas sangrantes por el enfrentamiento con el inquilino de la casa que asaltó.
Se da la circunstancia, de que el joven llevaba una camiseta con los emblemas de la Policía Nacional. De forma paralela, la víctima del robo fue atendida en el lugar por los sanitarios del Samur-Protección Civil, quienes realizaron el correspondiente parte de lesiones y después se desplazó por sus propios medios a un hospital madrileño.
Después de la intervención, uno de los agentes de la Policía Nacional tuvo que ser atendido también ya que tenía lesiones en el labio. Los funcionarios hallaron en el lugar una mochila donde encontraron la PlayStation 5 y una tablet. También contenía bridas, una cinta elástica con velcro y la funda de un machete.
A la casa donde fue el escenario del robo se trasladó la Policía Científica para recoger vestigios y pruebas del asalto. También se levantaron muestras y restos biológicos de sangre del domicilio y de las estancias comunes del edificio.
Los vecinos del edificio de Arganzuela comunicaron a los investigadores que algunos de los residentes tenían vídeos del mismo joven saliendo por una de las ventanas en días anteriores. No los quisieron aportar por miedo a posibles represalias.
Las declaraciones de los testigos
Dos trabajadores de la zona argumentaron que intentaron salir detrás del ladrón pero no consiguieron darle alcance. Otra de las inquilinas manifestó que había visto ese día como el joven fue caminando por la repisa de una terraza, se colgó de un cable de fibra óptica para descender al tejado de la finca. Una versión que coincide con los indicios ya que el cable estaba colgando.
El testigo que comunicó los hechos al 091 aseguró que llevaba horas escuchando sonidos de pasos por la azotea del edificio. Después de llamar a la Policía percibió el siguiente grito: "Auxilio, Policía, llamad a la Policía, vete, déjame, vete por favor".
Los agentes imputan al autor del asalto en la casa, un joven de nacionalidad española de 21 años, los delitos de tentativa de homicidio, robo con violencia y detención ilegal. La víctima aún se recupera de los momentos de tensión que vivió en el enfrentamiento con el ladrón. Sufrió golpes reiterados en la cabeza y manifestó que el sujeto lo quería matar.
