Se cumple un mes desde el asesinato de Concha en Tirso de Molina y la tienda Viste Bien sigue cerrada. Aún tiene puesto el cartel con el horario de apertura pero han desaparecido las flores que expresaban el cariño del barrio a su dueña. La familia de Concha no tiene claro el futuro del negocio y estudian diversas opciones, según informan fuentes de su entorno a Vozpópuli. La gente ya no para a mirar el establecimiento que fue, durante unos días, el foco de la expectación mediática. Los compañeros de la víctima reconocen que ha aumentado la presencia policial aunque advierten que no es suficiente: "El paisaje del barrio es un tanto desolador".

Mucho, o poco, ha llovido desde ese 4 de julio que conmocionó a gran parte de la sociedad española. El asesinato de Concha marcó un antes y un después en el barrio de Lavapiés. Su figura siempre fue respetada y todo el mundo coincide en recordarla con gran cariño. "Nada será igual sin Concha. Llevaba 20 años trabajando en la zona y aún se hace raro no verla", detallan conocidos a Vozpópuli.

En este último mes, la familia ha seguido sufriendo desgracias: el padre del marido de la dueña de la tienda de Tirso de Molina murió en estos últimos días. El regente de la tienda 'José Luis y sus Chaquetillas' espera con ilusión el nacimiento de su nieto ya que su hija dará a luz muy pronto.

El drama del marido de Concha

Este hombre ha tenido que sobrevivir a la tragedia y lleva a sus espaldas el trabajo que tenía pendiente su mujer. Tuvo que esperar varios días para poder acceder al interior de la tienda y poder entregar los pedidos que tenía apalabrados Concha.

José Luis fue uno de los primeros en ver en primera persona el homicidio. El sistema de cámaras de ambas tiendas está conectado. Ese 4 de julio, al filo del cierre de Viste Bien, vio algo extraño en las imágenes y decidió salir corriendo en busca de su mujer. Recorrió rápidamente los 500 metros que separan las dos tiendas pero cuando llegó ya estaban los servicios de emergencias y la Policía Nacional.

Concha tenía como clientes a grandes nombres de la cinematografía española como Cristina Rodríguez o Elena de Lorenzo. Confeccionaba el vestuario para sus largometrajes. También era querida por toda la plaza. Ayudaba a todo el mundo con dinero y comida cuando lo necesitaban. Incluso dejaba que accedieran a su tienda los 'inquilinos' de Tirso de Molina cuando el mal tiempo arreciaba.

Drogas en Tirso de Molina

Conocía de sobra a sus asesinos, Jesús y Estrella, a los que asistía cuando se lo pedían. Quizás ese exceso de confianza y las adicciones de ambos fueron los detonantes del asesinato. "Nuestra situación es de tristeza y preocupación", expresa a Vozpópuli Isabel García, vicepresidenta Asociación de Comerciantes de Lavapiés.

Este colectivo ha perdido una compañera pero destacan que durante el último mes han percibido una mayor presencia tanto de la Policía Nacional como de los agentes de la Policía Municipal. "También es cierto que no hemos visto descender el numero de personas que compran y consumen droga y que lo hacen a vía pública y a cualquier hora del día", denuncia.

Otro de los problemas de Tirso de Molina son los robos y las agresiones que sufren tanto los vecinos como los comerciantes. "Todo esto deja un paisaje un tanto desolador del barrio", reconoce. Desde esta plataforma se ha pedido al concejal del distrito Centro, Carlos Segura, un plan de actuación efectivo.

Un dispositivo que "genere resultados" y que sea diseñado de forma conjunta entre el Ayuntamiento de Madrid, la Delegación del Gobierno y los Servicios Sociales. "Sabemos que no es fácil pero necesitamos resultados ya", reclama.

El trabajo de Participación Ciudadana

La Policía Nacional lleva años realizando un gran esfuerzo en la zona para mitigar la delincuencia. Centran su objetivo en la Plaza de Nelson Mandela y en Tirso de Molina. Los datos de criminalidad de estas zonas no está peor que otros puntos del distrito de Centro, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

Buena parte de su labor se basa en el trabajo de los agentes de Participación Ciudadana. Estos funcionarios trabajan 'mano a mano' con los vecinos y comerciantes para conocer el "sentido del barrio". Además también hay un refuerzo de vigilancia por las tardes y las noches que es cuando hay mayor afluencia de gente en el lugar.

La vida de Jesús y Estrella en prisión

Mientras la familia de Concha llora su pérdida, sus presuntos asesinos están en prisión provisional. Jesús ingresó en Madrid V en Soto del Real. Es un viejo conocido de los funcionarios de la cárcel y no está teniendo problemas de adaptación. Este hombre, nació en San Lorenzo del Escorial en 1965, es de sobra conocido por las fuerzas de seguridad: acumula antecedentes desde 1997 por robo con violencia, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. Con siete hermanos, es hijo de policía municipal. Tanto él como su pareja Estrella eran conocidos en el barrio por sus delitos.

La detención de ambos tuvo lugar en la madrileña calle de Atocha, en poco más de 24 horas desde que tuvieron lugar los hechos. La descripción de los testigos fue clave para dar con ambos y las cámaras de seguridad. La investigación corrió a cargo del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Madrid.

Según los hechos hasta ahora conocidos, los detenidos entraron en la tienda regentada por Concha en Tirso de Molina con la intención de robar la caja. Ambos tienen problemas de drogodependencia, indicaron fuentes policiales a Vozpópuli. En el transcurso de los acontecimientos, clavaron varias puñaladas a la víctima, que perdió la vida a consecuencia de las heridas.

Desde ese momento, tanto Tirso de Molina como todo el barrio de Lavapiés vive sumido en un profundo luto. Un mes después nadie olvida a Concha. Ni su familia, ni los comerciantes, ni los compañeros de los asesinos, que aún pernoctan en las inmediaciones de la tienda.

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