¿Cómo es la vida de los clanes de carteristas que se asientan en Madrid?¿Qué hacen con los miles de euros que roban a sus víctimas?. La Policía Nacional sigue los pasos de estas escurridizas organizaciones criminales con vínculos familiares que proceden de tres países en su mayoría: Bulgaria, Rumanía y Bosnia. Estos delincuentes se asientan principalmente en dos puntos de la región: unos locales okupados en la zona de Puerta del Ángel y hostales de Torrejón de Ardoz. Una buena parte de sus 'ingresos' se los gastan en las salas de juego, según explican a Vozpópuli fuentes de la 'Patrulla Madrid que combaten los hurtos y señalan a sus autores.

Estos grupos criminales están totalmente organizados a pesar de sus apariencias. No solo se encuentran en Madrid ya que son itinerantes y se van desplazando de forma periódica por otras grandes ciudades de la Península en busca de nuevos objetivos y para escapar de las investigaciones que la Policía Nacional tiene abiertas contra ellos.

Adictos al juego y alojados en hostales

Eventos como la Feria de Abril en Sevilla son sus escenarios favoritos con grandes aglomeraciones de personas en las calles. La 'Patrulla Madrid', que son un grupo de personas anónimas que se han unido contra los hurtos, siguen sus pasos por ciudades como Toledo, Segovia o Alcalá de Henares.

Son cada día testigos de su día a día por los núcleos urbanos y saben dónde viven y en qué condiciones. Los carteristas ganan miles de euros al día con sus acciones criminales. Unos beneficios que se 'funden' en uno de sus vicios como son la adicción al juego. "Acuden en masa a las salas para apostar o echar monedas en las recreativas", señalan a Vozpópuli fuentes de este grupo de ciudadanos. El resto de las ganancias lo utilizan para malvivir y para enviarlo a sus países de origen.

La presión policial y de estos grupos ha propiciado que su estancia en España sea cada vez más escasa. De forma cíclica traen 'savia nueva' no identificada que pronto no pasa desapercibida. Cuando ya están cercados deciden marcharse a otros puntos como Francia o Italia. "Cada dos o tres semanas", explican.

En la capital tienen varias 'bases' donde se alojan. El clan de las bosnias ha okupado locales en la zona de Puerta del Ángel. Mientras, las familias rumanas de carteristas pernoctan en hostales de Torrejón de Ardoz, según la Patrulla Madrid.

El objetivo de los carteristas

Sus objetivos son siempre los mismos. Las zonas turísticas y los extranjeros, preferiblemente asiáticos, latinos o americanos. Buscan a este tipo de personas porque suelen traer a Madrid gran cantidad de dinero en efectivo para no hacer uso de las tarjetas de crédito. "Son billetes de 500 euros y de 50 como mínimo en sus carteras", afirman.

Los clanes de las bosnias y las búlgaras sí que están obligadas a delinquir. Muchas de ellas perpetran sus actividades delictivas con la necesidad de consumir sustancias estupefacientes, a las que las han convertido en adictas. Son las más peligrosas y violentas con los grupos de ciudadanos que salen en las calles y graban sus rostros en el transporte público o en las zonas más conocidas de la capital.

El trabajo de la 'Patrulla Madrid' está cosechando frutos. Son un grupo de personas que, de forma desinteresada y sin ánimo de lucro, identifican a los carteristas que se agolpan en el centro de la capital en busca de turistas a los que robar. Su ayuda está siendo crucial para que estas organizaciones criminales acorten al máximo su estancia en España y tengan que marcharse ante la presión social. "Ganan miles de euros a diario", denuncia a Vozpópuli uno de los miembros de esta plataforma que exige que se cambie la Ley de Hurtos para acabar con estas bandas.

Desde verano, esta agrupación de personas anónimas han ganado peso en redes sociales, donde tienen más de 200.000 seguidores y algunos de sus vídeos superan ya el millón de visitas. El procedimiento es el mismo: localiza a un grupo de carteristas en alguna de las concurridas calles madrileñas y emprende su marcha.

Desde Málaga a Palma de Mallorca, los cuerpos de seguridad de los principales focos turísticos detienen a diario a numerosos carteristas. Algunos ya comienzan a preparar planes de refuerzo policial para atajar el problema desde la raíz. Una circunstancia como la que se vivió el pasado domingo en el Retiro.

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