Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, el pasado 2023 fallecieron 422 personas por ahogamiento. De ellas, más de la mitad -231 personas- lo hicieron en las playas, mientras que 47 se encontraban en piscinas. Frente a esta situación, las empresas y autoridades buscan tomar medidas que aumenten la seguridad durante el baño. Una de ellas se implantará en tan solo unas semanas en algunas piscinas de Madrid: gorros de baño con bluetooth incorporado.
La medida llega de la mano de Nagi, y es capaz de avisar al socorrista y personal de la piscina cuando una persona lleva más de 30 segundos bajo el agua. El funcionamiento es el siguiente: el gorro transmite una señal que informa de la ubicación del bañista. Cuando este se encuentra bajo el agua, la señal deja de funcionar, y salta una alerta si pasa medio minuto en esta situación.
¿En qué piscinas se implantará el sistema?
El proyecto ya se encuentra en funcionamiento, y si todo sigue su curso, tan solo quedan unas semanas para que llegue a algunas piscinas de Madrid: lo hará a mediados del próximo mes de julio. Aún así, no serán muchos los establecimientos del Ayuntamiento de Madrid que puedan disfrutar de esta nueva iniciativa, sino solo cuatro piscinas de la zona de Moncloa.
Llegará a once comunidades autónomas
Los nuevos gorros antiahogamientos no solo envían alertas de este tipo, sino que también son capaces de registrar datos deportivos: al poder seguir la ubicación del nadador, puede medir los largos que hace y su velocidad, ventajas que ya utiliza la Real Federación Española de Natación para hacer 'competiciones virtuales'.
Se prevé que la tecnología se siga extendiendo hasta estar presente en once comunidades autónomas (CCAA); entre las que se encuentran Galicia, País Vasco, Comunidad Valenciana y Cataluña, y 42 provincias; como Gran Canaria, Alicante, A Coruña o Vizcaya. Además, a nivel nacional también hay instalaciones en Estados Unidos, Japón o Italia.
Falsos positivos
A pesar de que casi todo son ventajas -el sistema tan solo costará entre 10 y 15 céntimos extra a cada usuario de las piscinas-, sí es cierto que toda tecnología puede fallar. Es posible que haya falsas alertas cuando el gorro se quede sin pila, pero los profesionales afirman que es mejor esto que un ahogamiento. La medida ayudará a los socorristas a detectar los peligros, ya que en muchas ocasiones son demasiadas las personas a vigilar o la superficie a cubrir, además de las posibles distracciones o fallos humanos que pueden conducir a un fatal desenlace.