La ampliación de la línea 11 del Metro de Madrid se perfila como una de las intervenciones más destacadas en la red de transporte público de la ciudad. Este proyecto está valorado en casi 560 millones de euros y extenderá la línea desde la estación de Plaza Elíptica hasta Conde de Casal, incorporando un total de siete kilómetros adicionales al sistema.
El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, ha presentado, este miércoles, el balance de gestión y ha avanzado algunos detalles sobre el nuevo tramo de la línea 11 del Metro de Madrid. Desde la comunidad anunciarían que en los próximos días se presentará a consulta pública el análisis detallado de las cuatro posibles rutas para el tramo norte de la ampliación de la línea 11, que unirá Valdebebas con la estación existente de Mar de Cristal, con el objetivo de integrar las sugerencias de la población madrileña.
Todo esto supondrá un gran avance en cuanto a la movilidad de todos los madrileños que utilizan este servicio.
Esto cambiará en la línea 11 tras la ampliación
El Metro de Madrid cuenta con 12 líneas, siendo esta última (la 12) la más reciente y que cubre todo lo que se conoce como Metrosur, que discurre por las localidades de Alcorcón, Móstoles, Fuenlabrada, Getafe y Leganés, vertebrando la Corona Sur de la Comunidad de Madrid.
Pues bien, la línea 11 conectará con 11 de las 12 líneas existentes del Metro de Madrid, transformándose en una de las líneas más integrales de la red. Con 21 estaciones y 33,5 kilómetros de recorrido, facilitará el acceso a importantes intercambiadores de transporte como Cuatro Vientos, Atocha y el Aeropuerto T-4.
Y no solo esto, sino que la ampliación incluirá la creación de cinco nuevas estaciones, destacando sobre todo las de Comillas y Madrid Río como adiciones completamente nuevas, mientras que Palos de la Frontera, Atocha, y Conde de Casal se desarrollarán como estaciones de interconexión. Concretamente, la estación de Atocha facilitará la conexión con la línea 1 del metro (que suele unir el centro y norte de la ciudad), además de ofrecer acceso a las líneas de Cercanías y AVE.
También habrá un nuevo intercambiador de transportes
Este proyecto tratará de ser más sostenible y hacernos depender menos del coche, por lo que en Conde de Casal no solo se ampliará la red del metro, sino que también se incluye el desarrollo de un nuevo intercambiador de transportes (que es un lugar donde se articulan varias redes, pudiendo ser éstas líneas de un mismo sistema o de diferentes sistemas de transporte, es decir, el sitio donde se articulan, por ejemplo, varias líneas de tren, de autobuses o de autovías), estratégicamente ubicado para servir al corredor de la autovía A3.
Con ello, este intercambiador se espera que mejore sustancialmente la conexión entre el sur y el este de Madrid, facilitando un tránsito más ágil y menos dependiente del uso del vehículo privado y poder hacer menos emisiones.
Estas nuevas infraestructuras están diseñadas para cumplir con todas las normativas de accesibilidad y movilidad, pues habrá escaleras fijas y móviles, así como ascensores en cada una de las estaciones. La reforma, además de hacer más accesible el metro para todos los usuarios, también apunta a reducir la huella de carbono de la ciudad, promoviendo un estilo de vida más sostenible.
Aunque no hay una fecha oficial exacta, se prevé que todo empiece a finales del tercer trimestre de este año, sin haber tampoco una fecha estimada para su finalización.