A última hora de la tarde, la capital de España se ha visto sorprendida por una fuerte tormenta que ha descargado granizo durante media hora. La tormenta, que ha llegado de forma repentina tras un día de calor intenso, ha causado problemas en el tráfico y ha dejado atónitos a los madrileños que se encontraban por la calle. Los primeros copos de granizo comenzaron a caer alrededor de las 19:30 horas, rápidamente ganando en tamaño hasta alcanzar el de canicas. La tormenta ha afectado a toda la ciudad, aunque con mayor intensidad en algunas zonas como el centro y el norte.
La tormenta ha pillado por sorpresa a los madrileños, que no esperaban un cambio tan brusco en el tiempo después de un día de sol y calor. La tormenta ha amainado alrededor de las 20:00 horas, dejando paso a un cielo nublado y una temperatura más fresca. Se espera que mañana vuelva a predominar el buen tiempo, aunque con temperaturas algo más bajas que las de hoy.
A pesar de la sorpresa de muchos madrileños, que asocian el granizo más con el frío invernal, este tipo de eventos no es tan raro en esta época del año. Pero, ¿cómo es posible que el calor del verano coexista con la formación de granizo? Y, lo que es aún más intrigante, ¿por qué es más común observar granizadas en verano en ciertas regiones de España?
La ciencia detrás del fenómeno
Para entender este fenómeno, es crucial conocer el proceso de formación del granizo, el cual ocurre en las altitudes superiores de la atmósfera. En estas capas, la temperatura puede descender hasta -40ºC, incluso en pleno verano. Las nubes que generan granizo son los cumulonimbos, también conocidas como nubes de tormenta. Estas nubes son imponentes y se caracterizan por su gran inestabilidad y la presencia de fuertes corrientes verticales.
Carlos Yagüe, profesor titular de Meteorología y director del departamento de Geofísica y Meteorología de la Universidad Complutense de Madrid, explica cuando pequeñas gotas de agua, aún en estado líquido a temperaturas extremadamente bajas, se congelan al entrar en contacto con cristales de hielo. A medida que estas gotas continúan adheriéndose y congelándose, se forma una partícula de granizo.
¿Por qué es más común el granizo en verano?
La clave para entender por qué el granizo es más frecuente en verano que en invierno en muchas partes de España radica en las condiciones térmicas y la dinámica de las nubes de tormenta. Durante el verano, las temperaturas en la superficie son más altas, lo que contribuye a una mayor evaporación y, consecuentemente, a la formación de nubes de tormenta más grandes y altas. Estas nubes, al alcanzar mayores altitudes, generan condiciones ideales para la formación de granizo.
Además, aunque pueda parecer contradictorio, la presencia de gotas de agua en estado líquido a temperaturas bajo cero es fundamental para la formación del granizo. En invierno, cuando las temperaturas son extremadamente bajas, hay menos gotas de agua líquida disponibles, lo que limita la formación de granizo. Por el contrario, en verano, aunque las temperaturas en la superficie son elevadas, en las alturas de las nubes de tormenta persisten temperaturas suficientemente bajas para la acreción de granizo.