La Guardia Civil mantiene todas las hipótesis abiertas sobre la posible colaboración de terceras personas en el asesinato de los hermanos de Morata de Tajuña. Los investigadores se han encontrado con la falta de colaboración de Dilawar Hussain Fazal Chouhdary. El paquistaní confesó los hechos pero después no está ayudando en desvelar los entresijos del crimen. Los agentes van a analizar los repetidores de las antenas de telefonía para esclarecer si tuvo la ayuda de más personas, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
El Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Madrid aún intenta completar las piezas del rompecabezas que siguen en el aire. El arma del crimen, los posibles cómplices y la fecha de la muerte de los hermanos son algunas de las claves que buscan respuesta en Morata de Tajuña. En algunas de ellas se avanza mientras que en otras las pesquisas se encuentran estancadas.
Los agentes que tomaron el primer testimonio a Dilawar encontraron incoherencias en su relato. Se desconoce si se encontraba bajo los efectos de las sustancias estupefacientes. Después se ha cerrado en banda a colaborar y dar pistas a los agentes.
El arma del crimen no ha podido ser localizada. Los agentes registraron durante una hora y media la habitación y la casa donde residía el detenido paquistaní, en el número 41 de la Avenida del Ejército en Arganda del Rey. Se sospecha que fue un martillo u otro objeto contundente pero Dilawar no suelta prenda sobre este aspecto y sobre su paradero.
El crimen se cometió en Navidad
Precisamente, varios de los vecinos de ese inmueble han acudido a la Guardia Civil, tras conocer el arresto del paquistaní, para advertir sobre "situaciones extrañas". Una de ellas es que días antes de entregarse en el Puesto del Instituto Armado el asesino confeso se montó en un coche negro con una bolsa extraña. No era algo habitual ya que no tenía vehículo.
Los residentes en la zona también explican que los investigadores les proporcionan fotos de otro paquistaní que no es el detenido por si le conocen o tienen información sobre su paradero. Las diligencias sobre posibles colaboradores o coautores del triple crimen serán largas.
Y es que los agentes tienen que revisar el tráfico de llamadas de la antena de telefonía de la Travesía del Calvario de Morata de Tajuña. No será una tarea fácil. Deben concretar la fecha exacta del homicidio y saber quiénes estaban en la zona y cómo se desplazaron a la casa de los hermanos. Unas diligencias que se prolongarán semanas o meses y acabarán de certificar si, como dice el autor, actuó solo.
Amenazó a las hermanas de Morata de Tajuña
Otro de los detalles del triple crimen que se desconocen, pero se va concretando, es el día en que se cometió. En un primer momento se habló de que podrían llevar los cadáveres en la casa desde mediados de diciembre. Sin embargo, uno de los testigos ha declarado a la Guardia Civil que habló con las hermanas en Navidad para felicitarles las fiestas. Eso acorta el periodo del triple homicidio.
Dilawar Hussain salió de la cárcel de Estremera el 12 de septiembre. No tenía antecedentes y quedó en libertad tras pasar siete meses en la prisión, donde no tuvo partes disciplinarios, según informan fuentes penitenciarias a Vozpópuli. Salió arruinado y con un pago de 2.900 euros a una de las hermanas en concepto de indemnización por la agresión que perpetró.
Después de vivir entre rejas pidió ayuda a un grupo de compatriotas y pernoctaba en una de estas habitaciones mientras trabajaba en un locutorio similar al que tenía antes de su préstamo. Se intentó comunicar con las hermanas de Morata de Tajuña, les llegó a amenazar y en los últimos meses ya no contestaban a sus mensajes.
Una pelea con otro hombre por la venta de un ordenador
El paquistaní protagonizó una reyerta el 23 de octubre por la noche en la Plaza Mayor de Arganda. Quedó con otra persona para venderle un ordenador estropeado. Cuando se dio cuenta el cliente se inició una pelea. Acudió la Policía Local que medió entre los dos hombres. Acordaron que Dilawar devolviera la cantidad de dinero que había recibido. No se supo si llegó a abonarlo.
Los siguientes meses, Dilawar los pasó entre la penuria de no tener para comer y el consumo de hachís. Se le veía transitar por los parques de Arganda sin destino. De igual forma intentó ponerse de forma reiterada en contacto con Amelia y con Ángeles. Las hermanas ya no respondían a sus mensajes.
La reconstrucción del crimen
Este miércoles, el paquistaní pasará a disposición judicial como presunto autor del triple homicidio. Existen pocas dudas de que el juez dictará su ingreso en prisión y previsiblemente acabará en Estremera. En un primer momento confesó el crimen. Después decidió guardar silencio cuando se le asignó una abogada de oficio.
Tras hallarse los cadáveres en Morata de Tajuña, la Guardia Civil practicó una reconstrucción del crimen a tenor de los golpes con un objeto contundente y las puñaladas que tenían los cuerpos de los hermanos. Esta diligencia ya no se ha realizado con el autor confeso presente. Queda por saber si, como algunos se temen, tuvo colaboración en este brutal crimen.
