La Brigada Provincial de Extranjerías y Fronteras de la Policía Nacional en Madrid son los ángeles de la guarda de las víctimas de trata. En estas complicadas investigaciones cuentan con una herramienta fundamental: el canal de comunicación con la ciudadanía. Pocas personas, o casi ninguna, son capaces de denunciar la explotación sexual en las Comisarías. Los agentes de esta unidad han investigado en lo que llevamos de año 300 avisos que reciben de clientes, vecinos o las propias prostitutas, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli.
La trata de seres humanos siempre se ha considerado un tema incómodo y en el que ha imperado la ley del silencio. Hace años, para combatir esta lacra, la Policía Nacional puso en marcha un canal de comunicación anónimo para denunciar estas circunstancias. Porque la trata de seres humanos constituye una "violación grave de la dignidad, la libertad de la persona, y una forma de delincuencia grave".
Para ello pusieron a disposición de los ciudadanos el teléfono 900 10 50 90 y el correo electrónico trata@policia.es. Dos formas anónimas de poner en conocimiento de las autoridades este tipo de prácticas delincuenciales.
600 avisos al año en Madrid
Los avisos en Madrid saltan a los agentes de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Jefatura Superior. Estos policías investigan al año un total de 600 comunicaciones sobre la trata. A todas les dedican el mismo cariño y el mismo tiempo para conocer si detrás de los casos hay delitos de explotación sexual. "La inmensa mayoría dan resultados negativos", explican.
Los miembros de la UCRIF cuando terminan una investigación envían el resultado de la misma a los denunciantes que lo requieren. En lo que llevamos de año han realizado con éxito media docena de operaciones de envergadura contra la trata. No todas salen en los medios de comunicación, pero resultan igual de gratificantes.
"Llaman todo tipo de personas. Clientes, vecinos o las mismas víctimas", aseguran fuentes policiales. Normalmente, son charlas "muy escuetas" que ofrecen poca información y los agentes tienen que desarrollarla. "Dicen que es de oídas o de lo que ha escuchado", añaden.
Una llamada anónima contra la trata
La última operación contra la trata en Madrid demuestra la necesidad de estos canales y la urgencia en la actuación de los agentes. "Una persona anónima llamó al teléfono para información que una de las víctimas de explotación sexual se había intentado suicidar", explica uno de estos investigadores.
Los policías de la UCRIF se pusieron rápidamente manos a la obra. Consiguieron en poco tiempo dar con la chica que aún estaba ingresada en el hospital. Confirmaron que intentó quitarse la vida y ese fue el comienzo de unas importantes diligencias que consiguieron desmantelar una organización criminal que explotaba a 18 mujeres.
El fenómeno de la trata está en una fase de estabilización en España. Los agentes especialistas en estos casos cuentan con un 'hándicap' que es que cada vez está "más invisibilizada" la prostitución. "Ya no hay mujeres en la vía pública, se encuentran sobre todo en domicilios, pisos y chalets", señalan.
Patrullar las redes sociales
"No tenemos acceso real a una víctima salvo que acuda a nosotros", añaden estos agentes. Desde la Ucrif recuerdan que el acceso a los domicilios solo se pueden llevar a cabo mediante autorización judicial. Para conseguirla tienen que realizar una investigación policial a fondo.
"Mucho trabajo de campo. Van más lentos estos procesos", añaden. Ahora los escenarios también han cambiado. Muchas de las diligencias se efectúan a través de redes sociales. En esas plataformas, los proxenetas captan a las jóvenes. También se usan estas aplicaciones para publicar las ofertas de las mujeres.