Un infartó provocó este lunes que un obrero cayera fulminado mientras trabajaba en un piso de la calle Alcalá de Madrid. Se dio la circunstancia de que en el piso colindante había una clínica dental, que tenía material sanitario. Los agentes de la Policía Nacional que acudieron al aviso, ayudados por un dentista, consiguieron reanimar al hombre que se encontraba en parada cardiorrespiratoria y salvaron su vida, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
Los momentos de tensión que se vivieron tuvieron como eje a cuatro protagonistas: la víctima, un obrero que estaba trabajando en la reforma de un piso, un dentista, que tenía su clínica en el número colindante, y dos agentes de la Policía Nacional del distrito de Salamanca. El escenario fue el número 99 de la calle Alcalá. Una zona que es aledaña al Parque del Retiro y se encuentra a unos pocos metros de la mítica Puerta de Alcalá.
Este servicio humanitario se llevó a cabo el pasado 20 de mayo a las 17:50 horas. Los agentes de Seguridad Ciudadana estaban realizando sus funciones por la zona cuando fueron comisionados por el 091 porque un obrero había sufrido una parada cardiorrespiratoria.
La actuación policial en la calle Alcalá
Los funcionarios encontraron al hombre tirado en el suelo. Estaba conectado a un desfibrilador que habían colocado los trabajadores de la clínica dental situada en el piso de enfrente de los hechos. El dentista que se encargaba del negocio fue el primero en hacer las maniobras de reanimación.
Uno de los agentes de la Policía Nacional tomó el relevo del especialista y continuó con el masaje cardiaco siguiendo en todo momento las instrucciones del desfibrilador DEA, a la espera de la llegada de los sanitarios hasta el piso de la calle Alcalá.
El otro agente se entrevistó con el compañero del obrero que fue el testigo principal del suceso. Este empleado manifestó que estaban trabajando en unas reformas cuando el varón cayó fulminado. Desconocía qué podía haber pasado. Solo descartó que el incidente se produjera por una electrocución o un golpe.
Los funcionarios policiales realizaron diferentes relevos en la maniobra RCP. Mientras uno se encargada del masaje cardiaco otro mantenía abierta las vías aéreas. Transcurridos unos diez minutos, que se les hicieron eternos a los actuantes, se personó en el lugar de los hechos un indicativo sanitario.
El obrero volvió a la vida
Pasados unos minutos de maniobras por parte de los agentes actuantes, la médico en el lugar indicó que el obrero había recuperado el pulso y, por ello, los policías dieron por finalizado el masaje cardiaco. Continuaron a partir de ese momento con las pertinentes tareas de estabilización por parte de los sanitarios.
Durante esas labores, los agentes se pusieron al servicio de los sanitarios desplazados hasta la calle Alcalá, ayudando en todo lo necesario con su material y colaborando para trasladar al obrero a la UVI Móvil. Este indicativo policial también escoltó a la ambulancia para dar más seguridad y celeridad a la intervención sanitaria.
El obrero fue enviado al Hospital de la Princesa donde quedó ingresado en urgencias con pronóstico reservado. A la llegada de los policías al centro sanitario, los facultativos que estuvieron con ellos durante la intervención en el piso del edificio les expresaron que "al haber realizado con prontitud las maniobras de reanimación, han conseguido sacar al varón de la parada cardiorrespiratoria en la que se encontraba".
Este servicio humanitario en la calle Alcalá de la Policía Nacional, que tuvo dos horas de duración, permitió salvar la vida de este trabajador que, al parecer, no presentaba dolencias cardiacas anteriores. Ahora se recupera del infarto en ese mismo hospital.