La Policía Municipal de Madrid desalojó hace una semana la mítica sala de fiestas de Alcalá 20 por duplicar el aforo permitido, según informan fuentes policiales a Vozpópuli. Los agentes también abrieron un expediente ya que la moqueta del establecimiento no contaba con certificado de ignífugos. Esta discoteca siempre será recordada por la tragedia que se vivió hace 40 años cuando murieron 82 personas por un incendio.
El nombre en la actualidad del establecimiento es Cocó, pero sigue ubicado en el número 20 de la conocida calle Alcalá del distrito de Centro de Madrid. La intervención policial se llevó a cabo el pasado 20 de agosto de madrugada.
Esta inspección se enmarcó dentro de las rutinarias visitas que hacen los agentes de la Policía Municipal de Madrid a las salas de ocio nocturno de la capital para revisar que cumplen con el marco normativo. "Impedía la libertad de movimiento de los asistentes", describe el Cuerpo en redes sociales.
Los policías localizaron en el interior de Alcalá 20 a unas 800 personas cuando el máximo aforo permitido era de 482 asistentes. Por ello, ordenaron desalojar la discoteca y de forma paralela solicitaron refuerzos a la Comisaría de Seguridad del Cuerpo.
Así, los agentes municipales observaron que el suelo de la sala era de moqueta y no contaba con certificado de ignífugos. También vislumbraron como no había accedo habilitado para personas con movilidad reducida.
Por estas infracciones, los funcionarios levantaron acta a la discoteca de Alcalá por incumplir la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (LEPAR). No se produjeron incidentes de ningún tipo durante la intervención de los agentes.
La tragedia de Alcalá 20
El año pasado, en concreto, el 17 de diciembre de 1983 se cumplieron 40 años de la mayor tragedia que sufrió España en relación con el ocio nocturno. En ese momento Alcalá 20 era uno de los locales de moda de la capital y cada fin de semana se reunían centenares de jóvenes en la sala.
La madrugada del incendio se concentraron un total de 600 personas en las diferentes plantas del mismo. Un fallo eléctrico fue el detonante de unas salvajes llamas que generaron el caso en el interior de la sala.
Esa noche murieron 82 personas. Un total de 31 fallecieron abrasadas, 13 por inhalación de humo, 36 aplastadas o asfixiadas y también un vecino del edificio que se precipitó al vacío desde el sexto piso para escapar de las llamas. Esta tragedia generó un gran debate y supuso un cambio en la legislación referente al ocio nocturno.
La noche de Alcalá 20 llevó hasta los tribunales a seis personas. Diez años después estos sujetos fueron condenados a dos años de cárcel por un delito de imprudencia temeraria. Eran los cuatro propietarios de la discoteca, el responsable de la electricidad de la sala y un inspector del Ministerio del Interior.
El incendio de Teatre en Murcia
No obstante, los españoles aún tenemos en nuestras retinas la tragedia que se vivió hace justo un año en Murcia con el incendió que asoló las discotecas Teatre y Fonda Milagros. Un total de 13 personas murieron en el interior del establecimiento. En una caso que aún está judicializado y donde se practicaron detenciones.
Y es que los agentes de la Policía Científica de la Policía Nacional de Murcia observaron una serie de irregularidades cuando pudieron acceder al interior de las salas. Las puertas de seguridad estaban bloqueadas y, además, las obras para separar ambos locales se realizaron sin permiso. Un suceso que escribe junto a Alcalá 20, una de las páginas más negras del ocio nocturno en nuestro país.