“50 de los 98 miembros del COI han prometido votar a Madrid”, tituló El Mundo en su portada el martes. Un concienzudo cálculo elaborado por este diario computó, delegado por delegado, quién votaría a favor, quién en contra y quién estaría indeciso en la primera ronda (hay semifinales y final) para designar la sede olímpica de 2020. Una información tuvo su desmentido ayer, en palabras de un miembro del COI que habló desde el anonimato para la agencia de noticias alemana DPA: “No sabemos de dónde sale esa información, pero además es algo imposible de afirmar”.
DPA no especifica la nacionalidad de los delegados consultados, pero se refiere a “varias fuentes” del comité. La agencia, además, señala la sorpresa de la propia candidatura madrileña al leer la noticia, que al parecer estaría preocupada “del efecto del artículo de El Mundo”, que podría volverse en contra de Madrid 2020 por generar cierta “soberbia” en el mundo del olimpismo.
Lo cierto es que el voto es secreto y muy difícil de prever. El COI adula por igual a las ciudades candidatas, que son las que llegan a la final, y cualquier certeza en realidad no es segura. Un paseo por las hemerotecas revela que los medios de comunicación españoles transmitían la misma convicción en las dos anteriores candidaturas, y terminaron perdiendo la apuesta.
El dopaje está en España
Igual que la prensa española operan la turca y la nipona. Ayer en el telediario del mediodía de la 1 se incidía en los vertidos radiactivos de Fukushima y en las protestas callejeras en Estambul que dejaron cuatro muertos este año. También se habló de los problemas de Turquía con el dopaje. Sin embargo, la agencia DPA recordaba ayer que las autoridades otomanas han tomado cartas en el asunto sancionando a una treintena de atletas en las últimas semanas, mientras que en España está aún reciente la sentencia de la Operación Puerto, que dejó disconforme, por no decir irritado, al mundo del deporte.
De hecho, un exmiembro del COI, Francesco Ricci, descalificó ayer a las tres aspirantes. "Esta es una votación por el menos malo. Yo estoy muy feliz de no votar". Palabras que suenan como una losa demasiado pesada para el futuro del olimpismo.