Durante el segundo día del juicio por el caso Madrid Arena, principal acusado, Miguel Ángel Flores, ha afirmado este miércoles al fiscal y a su propio abogado defensor, durante su declaración ante la Sala Cero de la Audiencia Provincial, que el precio del alquiler del recinto municipal del Madrid Arena dependía del aforo, y que lo pagaba por adelantado.
Flores ha señalado que encargó 17.500 entradas a una imprenta para la fiesta de Halloween del 1 de noviembre de 2012 -cantidad muy superior al aforo del pabellón- en la que murieron cinco jóvenes, si bien ha afirmado que vendió 9.600.
El principal acusado ha hecho estas manifestaciones en respuesta a preguntas del fiscal durante la segunda sesión del juicio por la tragedia del Madrid Arena, que ha comenzado con la proyección de un vídeo con imágenes de la avalancha en la que murieron las cinco jóvenes.
"Encargo a la imprenta 17.500 entradas físicas, de una numeración de la 0001 a la 17.500 y se distribuyen a los relaciones públicas y a los puntos de venta físicos en tramos desde el verano", ha explicado a Flores cuando ha sido preguntado por la fiscal sobre cuántas entradas encargó para la macrofiesta. Ha explicado que la venta de entradas se realizó por dos canales: uno físico en varios puntos de venta y otro digital a través de Tickectmaster y de Onticket (de la que Flores era propietario).
En total ha dicho que se vendieron 9.650 entradas, si bien las cifras no concuerdan puesto que físicas ha asegurado que fueron 5.650 y que digitales 5.578, lo que suma un total de 11.228. "No salen las cuentas", ha señalado la fiscal después de que la cifras de Flores sobre entradas generales vendidas y luego desglosadas sean completamente diferentes. La venta general de entradas se paralizó, ha precisado, el día antes de la celebración de la fiesta de Halloween.
Ahora bien, Flores ha dicho que las entradas físicas -no aquellas que se distribuían por Internet- se liquidaban semana tras semana en cuatro lotes de 5.000, 3.000, 1.000 y 500, y que se cortó la venta de entradas el 9 de octubre. Respecto a las digitales de Tickectmaster, la fiscal ha aseverado que esta empresa aseguró que le impusieron un máximo de 10.000 entradas. "Desconozco y rechazo eso que dice Ticketmaster", ha destacado Flores.
Entradas e invitaciones
A todo ello hay que unir las invitaciones. Madridec, por contrato, le obliga a 100 entradas y después, ha precisado, "están los invitados nuestros" que fueron entre 50 y 100. Y ha defendido que siempre había un control de las entradas venidas. "Hay un registro de todo", ha añadido.
De hecho, ha asegurado que Francisco del Amo, que era coordinador de proyectos del departamento de operaciones de Madridec, "estuvo informado en todo momento de cómo iba la venta". Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, el interior del pabellón congregó a un "mínimo" de 22.800 personas frente a las 10.600 permitidas.
Flores, que al comienzo de la declaración ha asegurado que sólo iba a responder a las cuestiones planteadas por el Ministerio Fiscal y por su propia defensa, José Luis Fuertes, ha confirmado a la Fiscalía que fue propietario de Diviertt, su "máximo responsable", la empresa "de hostelería y espectáculos" que organizó la fiesta de Halloween donde se produjo la tragedia.
Miguel Ángel Flores ha afirmado que antes del 25 de septiembre de 2012 ya se había anunciado la fecha para la macrofiesta de Halloween, al igual que otra serie de espectáculos, y que no recuerda "exactamente" la fecha en la que Madridec le afirma que puede realizar el evento.
Este martes, el propio Flores vio cómo la presidenta del tribunal, María Luisa Aparicio, rechazaba las cuestiones previas que presentaba José Luis Fuertes, su defensor, relativas a abrir una investigación a los exconcejales 'populares' Pedro Calvo y Fátima Núñez. Por otra parte, sí ha admitido la petición de no dar señal institucional de las imágenes tras la avalancha del Madrid Arena solicitada por las defensas de los familiares de Belén Langdon y Rocío Oña.