Las pocas declaraciones que el juez que instruye el caso Madrid Arena ha tomado a los imputados –este lunes empieza el desfile de interrogados– han sido jugosas. Aparte de las conocidas acusaciones dirigidas al promotor Miguel Ángel Flores por el exceso de aforo, el paso por los juzgados de varios altos cargos de la empresa Madrid Espacios y Congresos (Madridec), ente que gestiona el pabellón, ya ha dejado entrever numerosas contradicciones y alguna que otra puñalada trapera entre los propios directivos para quitarse la pesada losa de cinco jóvenes fallecidas. También han aflorado nuevas revelaciones a partir estas declaraciones, como se aprecia en la instrucción.
Por ejemplo, resulta que el botellón de los aledaños del Madrid Arena, cuya existencia el equipo de Gobierno de Ana Botella cuestionó por activa y por pasiva hasta la publicación de una foto en El Mundo que evidenció que la congregación juvenil sí tuvo lugar, fue incluso rentable para el Ayuntamiento de Madrid. En su declaración del pasado 23 de enero, el ex director de Seguridad de Madridec Rafael Pastor reconoció que entraron 210 vehículos al aparcamiento –lugar del botellón– pagando diez euros cada uno, dinero (2.100 euros) que fue a parar a la caja financiera del organismo municipal.
En su declaración, Pastor rechaza que el botellón se celebrara en el párking del recinto. “Donde estaba concentrado”, señaló, “era en la zona en torno al lago [de la Casa de Campo], donde había tres vehículos de la Policía Municipal”. Sin embargo, en la misma madrugada de la tragedia, un informe de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Madrid aseguró que éste también se realizó en el aparcamiento.
Numerosas fotografías publicadas tras el siniestro permiten ver la abundancia de botellas de vidrio y de refresco vacías en el párking. Una de las interpretaciones que se barajan es que se toleró el botellón en las inmediaciones del recinto, hecho que a la postre resultó fatal porque influyó en la masificación que se produjo en una de las salidas y que acabó con cinco vidas.
El director de Operaciones de Madridec, Francisco del Amo, también imputado, compareció ante el juez el 25 de enero, dos días después que Pastor. “El aparcamiento lo controla y cobra Seguriber, que no nos dijo nada”, aseveró Del Amo, versión refrendada por Pastor. Seguriber, la firma de seguridad del Madrid Arena, cuya máxima responsable es la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, también tiene a dos imputados que declararán próximamente, Juan José París y Raúl Monteverde.