La relación entre Yolanda Díaz y Podemos no atraviesa su mejor momento. La convalidación del decreto de la reforma laboral gracias a más partidos de derecha que de izquierda ha tensado a los morados. Y la guinda la puso la propia titular de Trabajo, quien insinuó que hubiera dimitido si su proyecto estrella no hubiera recibido la luz verde del Congreso de los Diputados. "Nos hubiera jodido. Dejarlo en pleno carrusel electoral hubiera decapitado el partido y desfigurado el espacio", cuentan fuentes moradas.
En cualquier caso, hay sectores de la formación que creen que sus opciones se hubieran visto aún más debilitadas si Díaz, además, hubiera dejado la política. En verdad, la propia vicepresidenta confesó en Salvados que está muy decepcionada con la vida pública en España. No obstante, fuentes moradas de alto nivel insinúan que la advertencia de Díaz solo se puede enmarcar en el contexto de construcción de su perfil político: un 'no hay que darle importancia'.
En el momento en que Díaz amagó con hacer gala de la "coherencia" y decir adiós al Gobierno, varios chats de Podemos repletos de militantes comenzaron a echar humo. En ellos, más allá del cabreo por conocer una decisión que no había comunicado a nadie salvo a su equipo, se empezó a hacer cábalas: "Si se hubiera ido para volver, como hizo Pedro Sánchez, pero hubiera seguido con la plataforma, todavía...". No obstante, la diferencia entre Sánchez y Díaz hubiera sido capital: la vicepresidenta hubiera renunciado al Gobierno, Sánchez se alejó del PSOE para matar a la vieja guardia y hacerse con el control total.
Si se hubiera ido para volver, como hizo Pedro Sánchez, pero hubiera seguido con la plataforma, todavía...Fuentes moradas
Aún así, la cúpula de Podemos entiende la confusión y el enfado que genera Díaz entre las bases. No solo es que la militancia eche de menos a Pablo Iglesias, es que la comunicación política de su sucesora, tan dialogante y pactista, no le seduce. Es más, le genera pánico como adelantó Vozpópuli. Tampoco entienden que no haya concretado ya su proyecto ni que se haya desvinculado tanto de Podemos. Eso sí, también hay sectores morados entre la militancia que están ilusionados con la sinfonía Díaz. Les suena bien su idea de trascender siglas pese a que genere inquietud por ser "un salto al vacío".
"Parte de la base tiene miedo porque no sabe qué le espera con Yolanda [Díaz] y qué va a ser de la que ha sido su casa y, en muchos casos, su vida durante 7 años. Pero también hay ciertas ganas de cambio", explica un cargo morado muy pegado a los círculos. Aunque la última salida de Díaz sobre su renuncia se compensa entre algunos morados consultados tirando de orgullo. Y es que en Podemos están contentos con las encuestas internas a menos de cuatro días de que se abran las urnas en Castilla y León.
Primeras elecciones con Díaz al mando
Las primeras elecciones en el espacio morado sin Pablo Iglesias al mando definirán, en parte, el liderazgo y del tirón de Díaz aunque la vicepresidenta apenas se haya dejado caer por la comunidad más extensa de España para arropar al candidato, Pablo Fernández, y haya rechazado armar su plataforma para que los castellano y leoneses la pudieran votar. La titular de Trabajo estará este jueves 'escondida' en el municipio vallisoletano de Castronuño (800 habitantes), porque Podemos sabe que la reforma laboral la ha dejado tocada.
Por el momento, los cálculos que barajan en el cuartel general morado es que el domingo lograrán entre 3 y 4 escaños gracias a la coalición con Izquierda Unida. En 2019, los morados se hicieron con 2 representantes. Por tanto, todo lo que sea superar aquel resultado hará que se descorche champán. El gran objetivo de Fernández es que los suyos consigan grupo parlamentario propio (al menos 5 procuradores). Y según cuentan altos cargos morados en privado, cada día está más cerca.
En Podemos están convencidos de que parte de su éxito en la campaña se deriva del lío de las macrogranjas. La polémica que suscitó la queja del ministro de Consumo, el morado Alberto Garzón, sobre la calidad de la carne que se exporta desde España fue el marco con el que tanto el PSOE como el PP atacaron a los morados, pero estos estuvieron rápidos, creen, para darle la vuelta y coger la bandera del ecologismo y de defensa del pequeño ganadero.