España

Malestar en sectores del PSOE por el uso del catalán y el euskera en el Congreso: “Es una marcianada”

La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, se abrió este jueves a aceptar la medida propuesta por Yolanda Díaz como guiño a los independentistas. Las federaciones socialistas desconocen qué se está negociando

  • El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y Pedro Sánchez, en el Congreso en una imagen de archivo. -

Hay sectores del PSOE que comienzan a recelar por las cesiones a las que el secretario general, Pedro Sánchez, estará dispuesto con tal de revalidar su mandato apoyado en los partidos independentistas del Congreso. Por eso, que este jueves la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, se abriera a abordar el cambio que pide Sumar en el reglamento del Congreso para que los diputados que hablen alguna lengua cooficial (catalán, vasco y gallego mayoritariamente) puedan expresarse en ella en la tribuna de la Cámara ha encendido algunas alarmas.

"Es una marcianada", comentan fuentes de una gran federación socialista consultadas por este diario. El partido, oficialmente, ni se abre ni se cierra: "Iremos viendo", aclaran fuentes de la planta noble de Ferraz. En general, en el PSOE más centralista se entiende como una afrenta al sentido común el gasto que implicarían servicios de traducción en la Carrera de San Jerónimo cuando todos los diputados, por el mero hecho de ser españoles, son perfectamente capaces de comunicarse en castellano. Tanto el PP, como Vox y Ciudadanos se oponen precisamente por ese incremento, que situaron unos 950.000 euros.

Otra fuente de otra gran federación del partido explica: "No vamos a entrar a cada cosa que se quiera decir mientras no se sepa qué se está dispuesto a negociar y a acordar". No obstante, en esta federación también se ve como un guiño innecesario propiciar ese cambio pese a que se trata de un debate con más de dos décadas. "De momento, lo recibimos con escepticismo. No vemos al Congreso aprobando esa propuesta de Sumar… tanto por ser innecesaria, como por haber sido rechazado muchas veces con anterioridad, como por no satisfacer a Junts con eso", explica una fuente socialista con silla en el comité federal. Lo mismo piensa otro destacado socialista, secretario general de su federación: "Le importa a muy pocos. La trascendencia para la vida de la gente ea próxima a cero. Todo el mundo habla castellano en el Congreso. En parlamentos autonómicos esta bien, pero no veo necesidad, la verdad, de dar prioridad a esto en el Congreso".

Un 'lio' para el PSOE

La ministra portavoz en funciones defendió este jueves "un uso normalizado" de las lenguas cooficiales, que "forman parte de la riqueza del patrimonio cultural" y que "nunca pueden ser elemento de batalla". "La lengua es algo que nos une a través del diálogo, de la palabra y, por tanto, aquí siempre nos encontrarán a los socialistas en la defensa del uso de todas las lenguas oficiales", dijo. Además, sacó pecho de su departamento (el Ministerio de Política Territorial), que alberga el Consejo de Lenguas.

Precisamente el Gobierno acordó con el Ejecutivo catalán en julio de 2022, en la mesa de diálogo, impulsar y proteger el catalán. Por eso, se comprometió a solicitar al Parlamento Europeo que lo considerara como un idioma de uso en el Pleno de la eurocámara. En aquel documento también se hablaba de revisar "el Reglamento del Senado" para lo mismo. Pero del Congreso no se decía nada.

Eso sí, el asunto de marras ya causó algún que otro lío en el PSOE en 2021. Los socialistas apoyaron entonces la medida en el Senado, la Cámara de representación territorial, a iniciativa de Junts. Aunque quedó 'congelada' con la ampliación constante de los plazos de enmiendas y finalmente caducó con la disolución de las Cortes. El por entonces portavoz socialista en el Congreso y hoy ministro de Industria en funciones, Héctor Gómez, dio a entender que su partido estaría dispuestos a “valorar” si se proponía en el Congreso. Pero minutos después la dirección del PSOE le desacreditó.

Negociaciones en pausa

Mientras, en Sumar van decididos a dar la batalla por ese asunto. Y este mismo miércoles fue la propia Yolanda Díaz quien pidió reformar el reglamento del Congreso para que los diputados puedan expresarse en las lenguas cooficiales de España; una vieja reclamación de ERC, PNV y el Grupo Plural que ya se debatió en el Congreso en junio del año pasado.

"En vistas a la próxima legislatura, Sumar propone garantizar que se puedan usar las lenguas cooficiales en el Congreso, dando un paso más a lo que ya ocurre en el Senado. Concretamente, Sumar propone recuperar la idea propuesta en junio pasado de reforma del reglamento para reformar el artículo 6, que define los derechos de los diputados y diputadas para garantizar que estas pueden expresarse también en los idiomas oficiales en sus comunidades autónomas de origen", explican fuentes de Sumar. En el Congreso, es habitual que los diputados bilingües intercalen algunas oraciones en los idiomas de sus respectivos territorios, aunque, si prosiguen sin emplear el castellano la presidencia del Cámara les llama al orden.

Los mensajes que lanzan el PSOE y Sumar es que están ya inmersos en las negociaciones para reeditar el . Pero lo cierto es que, según ha sabido este diario por fuentes gubernamentales, no habrá conversaciones formales hasta que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ponga fin a su viaje "privado" en Marruecos -del que no avisó a Díaz-. Su regreso a Madrid será lo que de el pistoletazo de salida al acuerdo. Hasta entonces "no hay nada", sintetiza una fuente de peso en Sumar por mucho que el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, esté "coordinando" con los socialistas. Moncloa, por su parte, sigue guardando con celo todo lo que tenga que ver con las negociaciones. Pero también ha activado a sus hombres y mujeres con callo en la mesa: desde Félix Bolaños a María Jesús Montero pasando por el PSC.

El reloj avanza. El próximo 17 de agosto se constituyen las Cortes y el PSOE guarda silencio hasta etnonces. Los diputados y senadores tendrán que presentarse en la Carrera de San Jerónimo para inaugurar la decimoquinta legislatura de la democracia. Los 350 diputados tendrán que pactar y otorgar su confianza a un candidato a la presidencia del Gobierno. Quien tiene más opciones es Sánchez. Pero el presidente no tiene nada cerrado. Las reclamaciones de Junts son las que son: amnistía y referéndum de autodeterminación. Aunque el plan de Sánchez es dejar a Carles Puigdemont sucumbir a la presión que está recibiendo desde todos los frentes en Cataluña: desde sus rivales de ERC, al empresariado.

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