"Qué falsedad, no podéis llevar víctimas cuando los primeros maltratadores sois vosotros si la víctima no se deja manipular a vuestro antojo…". El mensaje, publicado en su perfil de Facebook, le ha costado a Natalia una multa de 2.720 euros. Su misiva iba dirigida a cuatro agentes de la Policía Local de Gijón (Asturias); los mismos que estaban encargados de custodiarla en el marco del programa de protección de víctimas de violencia de género.
Según la Fiscalía, la mujer de 43 años habría cometido un delito de injurias. Le pedía una pena de 10 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros; es decir, 3.000 euros. Sin embargo, tras llegar a un acuerdo y reconocer los hechos, se ha acordado una multa de 2.720 euros y se ha evitado la celebración del juicio previsto esta semana en el Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón.
"Qué asco llevar placa así... Así cualquiera se gana el sueldo...", continuaba el mensaje difundido en marzo de 2018. La autora tendrá que abonar la cantidad en plazos: 100 euros mensuales durante 23 meses y un último pago de 420 euros, según ha adelantado El Comercio.
A juicio del Ministerio Fiscal, la intención de la mujer era "vilipendiar y desacreditar" al programa de Vigilancia y Control de las Órdenes de Protección (Vicop) de la Policía de Gijón y a los agentes que tenían encomendada su custodia. "Existe la Nacional, el SAF, la Guardia Civil y pagarme un guarda espaldas particular y lo haré… Sois el último escalafón, la Local, y os creéis por encima de quién", señalaba en la red social.
Historia en los juzgados
Desde 2016, cuando inició los trámites de su divorcio, Natalia ha protagonizado junto a su expareja casi todos los casos posibles vinculados a los delitos de violencia de género. Y ha acudido a los medios locales en varias ocasiones para visibilizar su historia. Según publicó hace meses El Español, son dos "conocidos" en los Juzgados.
La Justicia condenó a su expareja por malos tratos tras una denuncia presentada la mujer. Entre la batería de medidas acordadas, se le impuso una orden de alejamiento que expira en mayo de este año.
Posteriormente, la ahora acusada añadió otras seis denuncias que fueron desestimadas al ser consideradas falsas, lo que acabó en un una condena para Natalia por falso testimonio.
Ante la situación, la juez ordenó un examen psicológico que, según La Nueva España, señaló que la acusada y denunciante exhibía "un discurso desestructurado, genérico, sin orden cronológico, inconsistente y ausente de contextualización". De hecho, los expertos acuñaron el término "ideación paranoide" en su estudio.