Primer acto de María Gámez con la nueva cúpula policial de la Guardia Civil. La directora del cuerpo se ha reunido con el nuevo Director Adjunto Operativo (DAO), teniente general Pablo Salas, y con el teniente general Félix Blázquez, nuevo jefe del Mando de Operaciones (MOPS). Gámez ha admitido que los cambios en las organizaciones son incómodos, pero ha quitado hierro a los últimos movimientos y ha pedido a los mandos que se centren en su trabajo: "Toca mirar hacia adelante".
La directora de la Guardia Civil se ha reunido con el nuevo DAO y el nuevo jefe del MOPS tras la dimisión de Laurentino Ceña y haber apartado a Fernando Santafé, que antes ocupaban esos puestos respectivamente. Cambios en puestos clave derivados de la crisis que supuso el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, al frente de la Comandancia de Madrid.
Los cambios "siempre cimbrean"
En el encuentro, Gámez y los dos nuevos mandos del Instituto Armado -ascendidos a teniente general para ocupar sus puestos- han departido por videoconferencia con los máximos responsables de las zonas de la Guardia Civil de toda España. Según la directora, los cambios en las organizaciones "siempre cimbrean": "Está segura de que a la Guardia Civil le gusta que se hable de ella por lo que hace por los demás no por quién lo hace en cada momento", detalla el cuerpo en un comunicado.
"Toca mirar hacia adelante, seguir trabajando intensamente como lo hemos venido haciendo especialmente desde que se decretara el Estado de Alarma. Nuestro trabajo es y ha sido esencial durante estas semanas y seguirá siéndolo aunque poco a poco lleguemos a esa nueva normalidad", ha afirmado. Gámez también destaca la "profesionalidad y neutralidad como valores fundamentales de nuestra actuación".