España

Montero, dispuesta a cruzar Despeñaperros para enfrentarse a Juanma Moreno "solo si lo pide Sánchez"

La todopoderosa vicepresidenta segunda sigue siendo considerada un activo muy importante del partido para disputarle al PP la comunidad más poblada de España

  • Pedro Sánchez y María Jesús Montero el domingo pasado en La Coruña. -

María Jesús Montero es la todopoderosa mano derecha de Pedro Sánchez. La titular de Hacienda ha aglutinado un gran poder en los últimos años. No solo lidera el ministerio que reparte los fondos para todos los demás, sino que es vicepresidenta primera (lo que significa que presidirá el Consejo de Ministros cuando falte el presidente). Pero es que además es la número dos del PSOE. El líder socialista ha hecho de ella lo que Felipe González hizo de Alfonso Guerra. Su presente está en Madrid, pero fuentes de su más estricta confianza reconocen que su futuro puede pasar por Andalucía. Aunque eso solo ocurrirá "si lo pide Pedro Sánchez". Eso sí, estas mismas fuentes consideran que su etapa andaluza está amortizada.

El problema para Montero es que eso puede ocurrir. Sánchez pescó a la ministra de Hacienda en 2018. Entonces llevaba cinco años trabajando en la Consejería de Hacienda a las órdenes de la expresidente (y actual senadora Susana Díaz). Pero ya estuvo en los gabinetes de José Antonio Griñán y Manuel Chaves. Montero, como la mayoría de los miembros de la federación andaluza en aquellos tiempos, era 'susanista'. Pero no tenía apenas peso orgánico. En estos años, Montero se ha ganado la confianza del secretario general del PSOE a base de negociaciones exitosas con un parlamento fragmentado. Cabe recordar que ha sacado adelante todos los presupuestos que ha presentado).

Por el momento, ya hay varios miembros del actual gabinete en la pista de lanzamiento para dirigir sus federaciones. El presidente del Gobierno está inmerso en un proceso de cambios en el partido dirigidos a "liderar territorios". La titular de Ciencia, Diana Morant, es una de las participantes. La ministra valenciana está en la terna para hacerse con la secretaría general del PSPV-PSOE, que está sumergido en una fase de renovación tras la salida del expresidente de la Comunidad Valenciana Ximo Puig.

Los cambios para "liderar territorios"

Más allá de Morant, Sánchez también tiene en mente a Pilar Alegría para Aragón y a Óscar Puente para Castilla y León. La titular de Educación, asimismo, tiene papeletas para liderar el PSOE cuando llegue el momento de suceder a Pedro Sánchez. El otro gran señalado es el ministro de Transportes. Sánchez le ha aupado de nuevo. No solo le dio cancha en la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al darle la réplica del PSOE, sino que le ha sentado en el Consejo de Ministros y en la ejecutiva socialista.

El actual secretario general regional, Luis Tudanca, ya insinuó tras las elecciones de 2021 que no iba a volver a presentarse en el congreso del partido. Y, por eso, fuentes del PSOE apuntan que Sánchez tiene en mente a Puente para tal fin. Y eso que el propio exalcalde de Valladolid se ha descartado en varias ocasiones, situando él mismo en la línea de salida al alcalde de Soria, Carlos Martínez. Pero el salto a la fama de Puente le sitúa en mejor posición pese a los intentos de su colega soriano de defender la línea de Sánchez con la amnistía.

María Jesús Montero saluda a Juan Espadas. EUROPA PRESS.

Mientras, en el PSOE, ven con preocupación la situación andaluza. En Ferraz hace tiempo que se agarraron al "cambio sociológico" para explicar por qué Andalucía ha conectado con el azul del PP. "No son los mismos andaluces los de ahora que los de hace 20 años", reflexionan en la Ejecutiva. El problema que tiene el PSOE es que no es capaz de precisar cómo recuperará esa masa de votantes que hoy saluda a Juan Manuel Moreno con devoción. Es más, señalan el derrumbe de Ciudadanos de hace dos años como la constatación de que lo que ha hecho el PP ha sido volver a aglutinar a la derecha "en su casa común".

La federación brinda a Espadas, que estrena dirección

Lo cierto es que el PSOE de Andalucía salvó los muebles la noche electoral del 23-J. Sus votantes se movilizaron y gracias a ello evitaron una mayoría de PP y Vox en la región. El resultado fue el balón de oxígeno para el secretario general, Juan Espadas, que fue aupado por el propio Sánchez para desalojar a Díaz e intentar, sin éxito, disputar la Junta a Juanma Moreno.

El PSOE andaluz perdió el 28 de mayo importantes ciudades y feudos históricos, como Sevilla, además de varias diputaciones provinciales. Espadas se agarró al antisanchismo para justificar los malos resultados en las elecciones municipales. Aquel fue el segundo gran golpe que recibía tras la histórica mayoría absoluta de Juanma Moreno. Ahora, Espadas ha renovado su dirección. El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en Presidencia, Josele Aguilar, será portavoz adjunto del PSOE-A y secretario de Comunicación Política, mientras que la diputada gaditana y vicepresidenta segunda de la Mesa del Parlamento Andaluz, Irene García, asumirá la Secretaría de Política Institucional, Relaciones con las Organizaciones Sociales y Calidad Democrática.

El líder de los socialistas andaluces ha propuesto también la creación de nuevas secretarías. De esta manera, Espadas reestructura la dirección del partido y actualiza sus líneas de cara a los próximos comicios autonómicos de 2026. Defendió los cambios este viernes, en el ecuador de su etapa, desde la celebración del Congreso Regional de noviembre de 2021 en el que se materializó el relevo de Susana Díaz. Espadas dijo que ya es "la hora de definir la trayectoria final" de este mandato y de la legislatura andaluza. "Este era el momento de reforzar la estructura tanto interna del PSOE-A en lo que el aparato organizativo se refiere, como fundamentalmente especializar a los compañeros que se van a dedicar mayoritariamente a tareas de partido", dijo. Sabe que solo le queda una bala.

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