El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha clausurado la convención regional del Partido Popular en Cataluña, donde ha transmitido de forma explícita su afecto por los catalanes, pero también ha lanzado un contundente mensaje en contra del referéndum capitaneado por Artur Mas. "He procurado ser prudente para no crear tensiones adicionales, pero que quede claro: mientras yo sea presidente del Gobierno, ni se celebrará el referéndum ni se quebrará España".
Rajoy reconoce que votar es un derecho al alcance de todos los españoles, pero considera que no todo vale. "Votar es un derecho, es democrático, pero no en cualquier momento ni en cualquier lugar. La esencia de la democracia es el respeto a la Ley y todo, incluidas las votaciones, deben atenerse a las normas. Ser demócrata significa aceptar una ley que se ha votado entre todos y que a nadie se le ha impuesto", ha explicado en su discurso.
Ha recordado que España es un bien indiviso y que todos los españoles son propietarios por igual de España. "La Autonomía no otorga la propiedad del territorio, sino el deber de gestionarlo".
El presidente ha iniciado su alocución alabando todas las virtudes de Cataluña y de los catalanes. "He aprendido a querer y entender Cataluña sin libros ni campañas de promoción. Vengo a dar testimonio de mi afecto, a decir lo que nadie dice: que los españoles queremos a los catalanes, que amamos su cultura, que celebramos sus éxitos y sufrimos con sus problemas", explicaba.
"La Cataluña del siglo XXI debe mucho a la Constitución, por eso es tan injusto el mensaje de <<España nos roba>>"
"España es un estado de derecho y eso quiere decir que todo el mundo sabe a qué atenerse, porque todo está por escrito. Convocar un referéndum es competencia única del Gobierno", ha declarado Rajoy entre los vitores de los militantes del PP que clamaban "no pares, sigue, sigue". Ha reconocido que es posible modificar la Constitución, siempre que alguien no esté de acuerdo con la misma, pero afirma que existe un camino marcado por la ley para poder hacerlo. "Que nadie me busque por el camino de la ilegalidad".
"No pido a nadie que ame la Constitución, pero si pido respeto y coherencia por una Ley dictada entre todos", ha declarado. "Es un pacto de convivencia y la garantía de nuestros derechos". El líder del Ejecutivo ha lanzado incluso la pregunta: "¿acaso han ido mal las cosas en Cataluña con la Constitución?", para responder con contundencia: "Evidentemente, no".
"La Cataluña del siglo XXI debe mucho a la Constitución", por eso, considera Rajoy, "es tan injusto el mensaje de <<España nos roba>>".
Honestidad sobre el precio de la independencia
El presidente del Gobierno ha apelado a la "honestidad" de los políticos partidarios de la independencia de Cataluña para que "miren a los ojos" de los ciudadanos y les expliquen las consecuencias, "los riesgos y costos" de ese proyecto. "Eso es lo mínimo que se puede pedir a unos dirigentes políticos responsables".
Mariano Rajoy ha dicho que las fuerzas políticas independentistas plantean un "futuro idílico en el que todo sale bien y los inconvenientes no aparecen, ni siquiera en la letra pequeña, y cuando se habla en serio hay que exponer las ventajas y los inconvenientes", considera.
"Alzad la cabeza con orgullo, porque estáis trabajando por Cataluña, por vuestra gente, por vuestra tierra; por una Cataluña que volverá a descubrir que en ningún otro sitio puede estar mejor que donde ha estado siempre; es decir, en España", ha concluído.