El Partido Popular ha sacado de paseo el fantasma de un tripartito presidido por Albert Rivera. El juego de los pactos postelectorales emerge como principal protagonista a luz de los sondeos, que descartan cualquier posibilidad de que un partido alcance la mayoría sufuciente para formar gobierno en solitario. Primero fue el supuesto tripartito del PSOE, con apoyos de Podemos y Ciudadanos, y con Sánchez como jefe del Ejecutivo. Pero la caída al parecer irrefrenable de los socialistas en las encuestas ha hecho cambiar el enunciado de la propuesta. El candidato a batir, ahora, es Rivera, quien podría incluso quedar en un segundo puesto hasta ahora insospechado. Hay un cuarenta por ciento de votantes indecisos que muy bien pueden tomar el camino que lleva hacia el partido naranja, que se nutre tanto de adhesiones del PP como del PSOE. Todo está muy abierto, de ahí que circulan sin descanso todo tipo de teorías sobre cómo será el gobierno que salga de la cita electoral del 20D.
Hay un 40% de votantes indecisos que pueden tomar el camino que lleva hacia el partido naranja, que se nutre tanto de adhesiones del PP como del PSOE
Rajoy advierte ya desde hace un par de días frente a la posibilidad de un tripartito que cierre las puertas del Gobierno a un Partido Popular ganador en las urnas. "Sería un error poco democrático", señaló el líder del PP en referencia a esta posibilidad. Lo dijo en Ávila, frente al monumento a Adolfo Suárez y en presencia del hijo de quien fuera motor de la Transición. Lo repitió a las puertas de su debate en la noche del sábado en La Sexta: "Sería muy fuerte", dijo, en tono suficientemente expresivo. E insistió en ello este mismo domingo en la recepción en el Congreso con motivo del aniversario de la Constitución. En el PP se afanan por agitar la imagen de un tripartito de izquierda presidido por Ciudadanos, una imagen que sin duda produce rechazo a muchos simpatizantes del partido ahora en el poder, que no asumirían la posibilidad de un acuerdo entre Rivera e Iglesias. "El PP es la única alternativa frente al tripartido, ese pacto de perdedores", dijo Pablo Casado este fin de semana.
La teoría de la presidenta
En el cuartel general del PP se aborda el crecimiento imparable de Ciudadanos en los estudios demoscópicos con una doble postura. De un lado, evitar el choque frontal con Albert Rivera, huyendo de descalificaciones personales y de ataques 'ad hominem'. Es posible que los populares necesiten a Ciudadanos a la hora de formar gobierno y no hay que enojarlos con agresiones fuera de lugar. Por otra parte, y para frenar la huida de sus votantes tradicionales hacia Ciudadanos, se insiste en la especie de que Rivera muy bien podría presidir un Gobierno tripartito apoyado por el PSOE y por Ciudadanos. Ninguno de los tres partidos se ha manifestado hasta el momento en esta dirección. El propio Rivera viene denunciando en sus últimas intervenciones la intención del PP de 'salvar al soldado Sánchez' para mantener en pie el bipartidismo imperante en nuestro país desde la transición democrática. También viene insistiendo en que él no será presidente 'a cualquier precio' y que no pactaría con aquellos que no comulguen con sus principios y sus planteamientos ideológicos. A falta de afirmaciones explícitas, ya que ningún partido pretende desvelar sus cartas de cara al 'día después', emerge esta tormenta de rumores, de informaciones que buscan debilitar al rival. Le toca ahora precisamente a Ciudadanos aguantar el chaparrón.
Las encuestas sitúan a Rivera en una posición de privilegio a la hora de decidir qué partido podrá formar gobierno tras la cita electoral del día 20
Las encuestas sitúan a Rivera en una posición de privilegio a la hora de decidir qué partido podrá formar gobierno tras la cita electoral del día 20. Su postura es la de que se presenta para ganar y no para hacerle las primarias a nadie. Pero en el PP utilizan esa indefinición tradicional del líder de Ciudadanos para airear la especie del tripartito, no ya con el PSOE a la cabeza, sino con Ciudadanos en el frontispicio. Algo de lo que no se hablaba hace tan sólo siete días. Es el 'pacto de perdedores' sobre el que advierten todos los dirigentes del PP en las últimas fechas. De ahí que desde Génova se subraye que Sánchez 'es el rival de referencia', para no darle carta de naturaleza a Rivera como el segundo en los resultados electorales. Se insiste también en la exigencia de Rivera de que sea Sáenz de Santamaría y no Rajoy quien presida el futuro Gobierno, en el caso de que se produzca ese pacto al que parecen abocar las encuestas. También se han relanzado todo tipo de teorías sucesorias basadas en la declaración del líder del PP de que bien podría ser presidente del Gobierno una mujer. "Será después de mí", atajó sin miramientos la polémica, tras insistir en que él quiere seguir en La Moncloa otros cuatro años.
Sáenz de Santamaría se enfrenta este lunes por la noche a los tres cabezas de cartel en un debate televisivo en Atresmedia. Santamaría en el papel de sustituta de Rajoy, quien sólo mantendrá un debate con Pedro Sánchez dentro de siete días. La número dos de Moncloa echó todos los balones fuera al ser interrogada este domingo sobre esa posibilidad. No están los tiempos para elucubraciones sucesorias, en plena campaña electoral y con las urnas a la vuelta de la esquina.
Rajoy avisa de "lo que algunos están preparando"
Por su parte, Rajoy, ha advertido de que los españoles tienen que ser "conscientes de lo que algunos están preparando", en alusión a los posibles pactos postelectorales entre PSOE, Ciudadanos y Podemos para desbancar al PP si gana las elecciones.
"Otros no lo ven así, pero que los españoles sean conscientes de lo que algunos están preparando. A nosotros lo que nos va a preocupar es el futuro de España y lo que tenemos que hacer", ha declarado Rajoy en un mitin antes decenas de militantes y simpatizantes del PP en el Teatro Auditorio Felipe VI Estepona, recogido por Europa Press.
Rajoy ha afirmado rotundo que con el PP "no habrá sorpresas". "El PP no es infalible pero con el PP no habrá sorpresas. Habrá trabajo, gestión, dedicación y habrá esfuerzo", ha manifestado, para criticar duramente que sus rivales políticos quieran "liquidar" las reformas que se han hecho esta legislatura, algo que ha calificado de poco "inteligente".