Rajoy no es moneda de cambio. "El presidente no va a renunciar, no es materia de negociación". En la cúpula del PP se reacciona con firmeza a los crecientes rumores sobre la 'operación relevo del presidente'. En la Junta Directiva del lunes no se escuchó una sola crítica, ni una sola pregunta, ni un comentario cicatero. Al menos, en público. La única palabra la tuvo Rajoy, que exhibió su incuestionado liderazgo ante los episodios agitados que se viven en el partido de la competencia.
Ante la dificultad de avanzar en el acuerdo PP-PSOE-C's, esa gran coalición constitucional que defiende el Gobierno, se manejan ya fórmulas alternativas. El PSOE rechaza cualquier tipo de pacto en el que aparezca Rajoy. Pedro Sánchez, preguntado este miércoles en la Cope si "nunca, jamás" aceptaría un acuerdo "con el PP y con Rajoy", respondió con un escueto "con Rajoy, no". Una frase que ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones.
Algunos cargos veteranos del PP consideran razonable pensar en la opción de la necesaria renuncia de Rajoy
En pocos días comenzará el rey su ronda de consultas con los líderes políticos propuestos por el presidente del Congreso. Acto seguido, Su Majestad propondrá un nombre que se someterá a la sesión de investidura. En menos de quince días el proceso para despejar el actual laberinto se encontrará ya en una fase avanzada. Pocos apuestan por una solución pactada. Rajoy habló este miércoles, en la constitución del Parlamento, de un gobierno de amplio apoyo 'de cuatro años'. Aclaró así su expresión del día anterior, cuando hablaba de "un programa concertado o un plazo convenido". Empezó a especularse con la idea de un Ejecutivo de corto recorrido, un par de años, que apruebe las reformas pendientes, consolide la recuperación económica, afronte el reto catalán y convoque nuevas generales. El presidente en funciones rechazó esta posibilidad.
Estrambóticos diputados
No piensa ceder Rajoy en su empeño en lograr la investidura, apuntan estas fuentes. En el caso de fallar en los dos intentos, se abriría la posibilidad de la 'operación relevo', sobre la que se habla con insistencia en fuentes del PP y en amplios sectores políticos. Este miércoles en el Congreso, la continuidad o no de Rajoy era uno de los asuntos más comentados, junto al infante de Bescansa o los exóticos procedimientos de asunción del cargo de los representantes de Podemos.
La dirección del PP ha salido al paso de estas versiones que todo lo inundan. "No hay mercadeo de presidentes como en la Generalitat de Cataluña", deslizó Pablo Casado este lunes al ser interrogado sobre este asunto. Rajoy prepara con su equipo el discurso de investidura, en el que se mostrará abierto al diálogo y dispuesto al acuerdo. Algunos de sus colaboradores hablan de que está preocupado. No ve clara la posibilidad de evitar unas elecciones anticipadas, el peor escenario que asoma por el horizonte. La designación de viejas glorias del partido, como Villalobos o Arenas, para ocupar escaños en la Mesa de Congreso y Senado, evidencian su poca fe en una legislatura larga, apuntan estas fuentes. "No ha querido quemar gente de la renovación para un empeño quizás frustrante".
"No hay mercadeo de presidentes como en la Generalitat de Cataluña", deslizó Pablo Casado el lunes
Algunos cargos veteranos del PP consideran razonable pensar en la opción de la necesaria renuncia de Rajoy. "Lo malo es que si se va, viene Soraya", comentaba uno de los ministros en funciones. La vicepresidenta del Gobierno aparece con insistencia como primera opción para el relevo. El 'tapado' Núñez Feijóo ha perdido fuelle. Y crece súbitamente Cristina Cifuentes, que acaba de presentar un proyecto de regeneración para la Comunidad de Madrid, al tiempo que el propio Rajoy aplazaba el congreso renovador del PP. Cifuentes apuesta por prescindir de aforados, dobles cargos, aboga por la elección directa de candidatos y otros asuntos que en su día aprobó la conferencia política de su partido pero que no se han puesto en marcha. También emerge la opción de una figura independiente, que resulte aceptable para los tres partidos. Ya se mueven nombres, tanto desde las filas socialistas como desde las 'populares'.
"Vamos de cabeza a unas generales", comentaba la fuente mencionada, convencida también de que si repite Rajoy como cabeza de cartel no tendrán demasiadas posibilidades de remontar. "Ciudadanos está haciendo las cosas bien. Rivera se ha apeado de su ensoberbecimiento transitorio, está más accesible y se mueve con enorme habilidad, comenta. En Génova daban ya al partido naranja casi como perdedor. El acuerdo logrado por Rivera para renovar la mesa del Congreso ha supuesto su relanzamiento. En un enfrentamiento radiofónico del líder de Ciudadanos con un iracundo e intratable Pablo Igelsias, también suma puntos el partido naranja.
El pacto de la Mesa del Congreso, esa fotografía a tres entre PP, PSOE y Ciudadanos ha abierto algunas esperanzas. Pero pocas. En el acuerdo no estaba Rajoy. Repetir ese triángulo para el Gobierno obliga a que Rajoy se apee de la foto. Algo que el presidente en funciones no incluye en sus planes.
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