El acuerdo alcanzado por PP, PSOE y Ciudadanos para el reparto de la Mesa del Congreso y el no rotundo de estos partidos a que Podemos y sus alianzas cuenten con cuatro grupos parlamentarios han llevado al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, a vaticinar un choque de trenes en las negociaciones de investidura. Una colisión con alta probabilidad de hacer saltar por los aires en sólo unos meses la recién iniciada XI legislatura. Según fuentes internas consultadas por Vozpópuli, el líder de la formación morada ha transmitido a su círculo más próximo que la distribución de fuerzas que ha dejado el máximo órgano de gobierno de la Cámara baja, con mayoría de PP y C's a la hora de acordar el debate de las cuestiones clave, es sintomática de una "gran coalición" que tendrá enfrente a Podemos.
Las mismas fuentes de la organización morada precisan que el resultado del pasado 20-D, donde fueron tercera fuerza, les otorgó un papel decisivo en el Parlamento y en la formación de cualquier gobierno, algo que, según denuncian, quiere ahora ser "corregido" con un pacto tácito entre los partidos del "búnker" con que busca relegarles a una posición de inferioridad. En este contexto, Podemos cree que Pedro Sánchez -después de que Rajoy fracase en su intento- no podrá formar gobierno si continúa siendo rehén de PP y Ciudadanos, lo que abona la tesis interna de nuevas elecciones en primavera. En las últimas horas, Iglesias ha trasladado a su círculo más próximo que prevé una legislatura breve.
El líder morado no oculta que la relación con el PSOE atraviesa su peor momento tras las elecciones. "Si alguien ha puesto tierra de por medio a la posibilidad de un cambio en este país ha sido Pedro Sánchez", lamentó este miércoles el líder de Podemos en declaraciones a la prensa en el Congreso. "El PSOE ya ha elegido llegar a un acuerdo con el PP y con su bastón, que se llama Ciudadanos", al pactar con ellos la Mesa. "Las leyes que vamos a plantear van a encontrar el bloqueo de una Mesa controlada por el PP porque han pactado con el PSOE", criticó. Este "muro", indican las fuentes de Podemos, puede ser salvable si se convocan nuevas elecciones y hay un distribución de fuerzas en el Parlamento más favorable, un escenario muy atractivo para la formación morada por cuanto puede seguir su particular "remontada" y arañar más votantes a los socialistas.
"Las leyes que vamos a plantear encontrarán el bloqueo de una Mesa controlada por el PP", advierte Iglesias
A ello se une la desconfianza que Sánchez ha despertado en Iglesias después de la reunión que ambos mantuvieron la tarde del martes, la única mantenida tras la conversación telefónica de Nochebuena y algunos mensajes puntuales vía Whatsapp. "La primera decisión de Pedro Sánchez ha sido entregar la Mesa al PP", advierte el dirigente de Podemos, que ya no dará crédito a lo que diga el PSOE porque "a veces dicen cosas muy bonitas y muy razonables" pero luego "hacen lo contrario". "No me voy a fiar nunca de lo que digan sino de lo que hagan. Ahora han señalado un gobierno de inmovilismo, de gran coalición", enfatizó el exeurodiputado este miércoles. "De momento, lo que tenemos es acuerdo del PSOE, Ciudadanos y PP que entrega el control al PP de la Mesa del Congreso, que es el instrumento clave para hacer leyes de cambio", insistió.
En paralelo a tales circunstancias, la otra cuestión que ha frenado en seco cualquier acercamiento entre Podemos y PSOE ha sido la negativa de los socialistas, confirmada por el nuevo presidente del Congreso, Patxi López, de que la organización morada y sus formaciones 'hermanas' (En Comú Podem, En Marea y Podemos-Compromís-És el moment) cuenten cada una con grupo parlamentario propio. PP y Ciudadanos también se oponen de plano. Ni siquiera la concesión última de Podemos y sus socios, dispuestos a renunciar a parte de los recursos económicos y tiempos de intervención que le corresponderían, fue aceptada por los socialistas. No obstante, desde el equipo de Iglesias sostienen que van a seguir solicitándolo y que, "si no fuera posible", buscarían "todas las alternativas", como "formar un grupo confederal" que sirva para representar las cuatro voces.
A cuatro días como máximo, según el reglamento, de que este asunto sea resuelto por la Mesa del Congreso, en Podemos, de puertas hacia dentro, comienzan a resignarse. El mismo Iglesias dijo el martes por la mañana que no contemplaban otra posibilidad que tener cuatro grupos. Sin embargo, tras la reunión con Pedro Sánchez y la constitución de la Mesa, el líder morado ya habla también de un único grupo, que sería "confederal".
El vuelo propio de las formaciones 'hermanas'
Habrá que ver ahora si sus socios se sienten cómodos dentro de esta fórmula y no exploran ir por separado con otros apoyos. Más problemas para Iglesias. Por ejemplo, los dos diputados de Izquierda Unida ya tantean la opción de Compromís al no llegar a los cinco parlamentarios y el 5 por ciento estatal que exige el Reglamento del Congreso. Fuentes parlamentarias citadas por Ep afirman que IU está dando prioridad a esta opción, entre otras alternativas (Bildu), para contar con grupo en el Congreso. Alberto Garzón y Sol Sánchez se unirían a los cuatro escaños que tiene Compromís dentro la candidatura unitaria valenciana. Por su parte, los otros cinco diputados de la misma: un independiente y cuatro del partido de Pablo Iglesias, decidirían si quedarse en este grupo o integrarse en el de Podemos.
A ERC tampoco le valen los nueves escaños logrados el 20-D para tener grupo propio, ya que no alcanzó el 15% de los votos en las cuatro circunscripciones donde concurrió. Los independentistas necesitarían así sumar con En Comú Podem, la candidatura integrada por Barcelona en Comú, Podemos, ICV-EUiA y Equo, que tampoco llegó al 15%. Para la marca catalana de confluencia sería la única salida. Por su parte, la coalición En Marea sí reúne los requisitos que le darían voz propia.
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