Punto final a la etapa del plasma, a la era del presidente huidizo con los medios, a los tiempos de la oscuridad comunicativa. Mariano Rajoy se ha puesto al frente del equipo de Génova que conduce Jorge Moragas, y se ha echado sobre los hombros el absoluto y total protagonismo de la campaña. Se ha confirmado este jueves, con el anuncio de la rebaja del IRPF con seis meses de adelanto. Lo que iba a aplicarse en 2016 lo será desde el 1 de julio, aunque a Montoro no le entusiasme la idea. El protagonismo de la comunicación lo asume el presidente, en estos asuntos y en otros.
Hay en el partido un nuevo ambiente y una forma distinta de ver las cosas. Tres destacados profesionales de la demoscopia vaticinaban esta semana las escasas posibilidades que tiene el Partido Popular de poder gobernar tras las generales. El PSOE, aun quedando en segundo lugar, tiene el camino más fácil, por medio de los pactos. Ya se está viendo en capitales de provincia y en comunidades autónomas, donde se han conformado equipos de gobierno muy especiales. Pedro Sánchez no dudará en romper con una tradición instalada en nuestro país desde la Transición: siempre ha gobernado el partido más votado.
Las encuestas aprietan y Rajoy ha transmitido a su equipo la necesidad de vencer en las urnas 'con claridad'. Es decir, de forma contundente y destacada. Quizás no se alcance la mayoría absoluta, pero sí una mayoría suficiente. Para ello, es preciso empezar ya. Conferencia política el fin de semana del 11 de julio, elaboración de los presupuestos generales, medidas económicas y sociales de alcance... Una agenda apretada y vertiginosa.
Una intensa semana
Y Rajoy, al frente. Lejos del plasma y de los esquinazos permanentes a los medios. El presidente del Gobierno tiene previsto aparecer con asiduidad en actos, medios, comparecencias, ruedas de prensa... Esta semana concedió una entrevista a una radio, compareció ante los medios junto a Sarkozy, con quien acudió a una tasca, presidió la comisión delegada de Asuntos Económicos reunida de urgencia por el asunto griego, efectuó el importante anuncio fiscal en una acto periodístico/empresarial, cenó con el Rey emérito y con los expresidentes del Gobierno... Ajetreo constante, sesiones incesantes.
Los 'jóvenes leones' de Moragas, se multiplican afanosamente ante micrófonos y platós, siendo Pablo Casado y Andrea Levy los más solicitados
El presidente del Gobierno se ha convencido de que esta campaña es decisiva, como lo son las elecciones. Y no va a dejar un cabo sin atar y ni una baza al azar. De momento piensa que las cifras económicas le favorecen y la crisis de Grecia es 'un regalo caído del cielo' para Rajoy, como titulaba el Financial Times.
El PP tiene el Gobierno, tiene el BOE, tiene mayoría absoluta, tiene enfrente un PSOE dispuesto a desalojarlo de la Moncloa por cualquier medio, incluso atando pactos con "siglas indecentes, aunque democráticas", como apuntan en la sede del PP. Por eso es fundamental llevar siempre la iniciativa, mediante medidas de impacto, propuestas que lleguen a la gente. Fiscalidad, pensiones, autónomos, funcionarios, así como decisiones sobre nichos específicos como los jóvenes o las familias.
Los 'jóvenes leones' de Moragas, se multiplican afanosamente ante micrófonos y platós. Pablo Casado y Andrea Levy son los más solicitados. Fernando Maíllo y Javier Maroto trabajan en el despacho o en contacto con las terminales del partido. Moragas coordina Génova, muy cerca del presidente. Y Javier Arenas, el veterano del lugar, sobrevuela el escenario, al igual que Dolores Cospedal, muy desplazada del puente de mando tras la remodelación. "Menos mal que por ahí anda Arenas, porque estos muchachos desconocen el partido y están algo verdes", comentaba un malévolo del PP.
Desde Génova se reclama la participación más activa a los miembros de un Gobierno que ha perdido protagonismo y que apenas se dedica a cerrar su proyecto de presupuestos para el año que viene, que Rajoy pretende presentar y tramitar antes de los comicios legislativos. La recuperación sigue su curso, como demuestran los últimos datos sobre la creación de empleo, y hay sectores como el turismo y el automóvil que marchan a un ritmo espectacular. En este ambiente, se pretende no fiarlo todo a la 'campaña del miedo', es decir, a la 'podemización del PSOE', sino también ejecutar acciones directas y positivas que consigan modificar el escepticismo o la incredulidad del votante del PP.