El PP da por descartados cambios tanto en el Gobierno como en el organigrama del partido al menos hasta finales de año. Después de un verano de especulaciones en torno a la posibilidad de que Mariano Rajoy diera un golpe de timón este otoño con la entrada de rostros nuevos al Consejo de Ministros y a Génova, son pocos los que contemplan dicha posibilidad a tenor de los mensajes transmitidos por el jefe del Ejecutivo. Dos oportunidades tuvo para dar alguna pista, la primera, durante su tradicional mitin gallego que supone el arranque del curso político, y, después, en la reunión del comité ejecutivo nacional del partido donde puso deberes a los suyos. Además, la decisión de trasladar a febrero o marzo próximos la convención anual que debía celebrarse este año, viene a confirmar, según las distintas fuentes consultadas por Vozpópuli, la pretensión de Rajoy de no dar pábulo a esos hipotéticos cambios, amén de desligar dicha cita de los avatares de su tesorero.
"No parece lógico hacer algún cambio hasta que no tengas suturado el ´caso Bárcenas´", señalan las fuentes consultadas aún a sabiendas de que tiene todavía un larguísimo horizonte judicial por delante. Así, las andanzas del ex tesorero condicionan en buena medida la agenda del PP, pero no sólo. Y es que el Gobierno "sabe que tiene que cerrar a finales de año las cuentas del Estado con más o menos déficit, asumiendo que no va a cumplir el 6,3 marcado para este año. Sólo cuando Eurostat confirme el incumplimiento y en función del chorreo que nos eche Europa, sería el momento de incorporar cambios en el Ejecutivo" no antes para evitar un desgaste prematuro del que pudiera ser el nuevo Ejecutivo de Rajoy.
Vuelven a ser las elecciones europeas el telón de fondo que serviría para "envolver", para justificar, cambios en el Gobierno y en el partido, aunque pocos ven a Javier Arenas camino de Bruselas para alejarle de las salpicaduras, cuando no del tsunami, que ha supuesto el escándalo de Bárcenas. El actual vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP aparece como el más "tocado" por su antigua defensa del hoy preso en la cárcel de Soto del Real (Madrid) y archiconocida es su distante relación con la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal.
Rajoy ya "sacrificó" una vez a Javier Arenas, que parece más "tocado" por el escándalo Bárcenas, aunque Génova no cree que sea el que encabece la lista europea
Eso sí, Rajoy ya lo "sacrificó" una vez cuando tras perder las elecciones generales de 2004 lo envió camino de Andalucía para que volviera a hacerse con las riendas del partido allí. Fue un jarro de agua fría para él pero asumió plenamente el encargo hasta el punto de que consiguió mejorar resultados en 2008 como candidato a la Junta andaluza y ganar las autonómicas el año pasado aunque a cinco escaños de la mayoría absoluta, lo que le impidió gobernar. Es evidente para todos en el PP y en el Gobierno que el andaluz ha optado en los últimos meses "por mantener un perfil bajo", con escasa presencia pública. El último encargo que le hizo Rajoy fue asumir la reforma local, encallada por el enfrentamiento entre el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y los alcaldes populares.
Hoy clausura una mesa de debate sobre "La sostenibilidad del Bienestar en España" dentro del Curso de Verano que celebra todos los años el PP, que inauguró ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y clausurará el sábado la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, junto al presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra. Santamaría puso el acento en los "indicios" de recuperación económica como efecto de las políticas del Ejecutivo, cumpliendo con su tarea de intentar que Moncloa no se vea afectada por el escándalo, aunque sí apeló a la necesidad de "restaurar" la confianza de los ciudadanos en la política y en guiarse por criterios de "austeridad, eficiencia y transparencia". Cabe esperar que Cospedal sí haga un discurso más en clave interna, aunque el lema de estas jornadas, "Dicho y hecho", está destinado a "vender" la actuación del Gobierno.