"Habrá que hacer reformas y quien no las quiera hacer va a generarle enormes problemas a los ciudadanos". El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado su primera visita a Andalucía tras las elecciones autonómicas para lanzar una clara advertencia dirigida al presidente de la Comunidad Autónoma, el socialista José Antonio Griñán, a quien no ha nombrado.
Rajoy ha presidido en la localidad malagueña de Antequera el comité ejecutivo regional del PP de Andalucía. El acto ha representado un claro y firme respaldo a la labor de Javier Arenas, en la línea de lo que ocurrió el pasado lunes en el cónclave celebrado en la sede de la calle Génova.
El líder conservador cree que la formación que preside Arenas tiene una "gran tarea" que desarrollar en el Parlamento de Andalucía, donde deberán acometerse dichas reformas, "igual que el Gobierno de España, tiene por delante un reto de proporciones mayúsculas", ha anunciado.
El ataque a la prima de riesgo española, tras una mala subasta del Tesoro, ha marcado la intervención de Rajoy en este miércoles santo, negro en lo económico. De hecho, no ha ocultado su frustración al respecto: "La situación es muy difícil cuando uno comprueba que en el corto plazo las medidas que se toman no producen efecto". No obstante, se ha mostrado convencido de que sí producirán producirán efecto a medio y largo plazo.
El Gobierno español esperaba captar entre 2.500 y 3.500 millones y finalmente han sido 2.589. La deuda española en el mercado secundario está ya a niveles de la crisis de agosto de 2011.
Unos Presupuestos "duros" que "no gustan a nadie"
Para Rajoy los Presupuestos Generales del Estado (PGE) son "duros, desagradables, incómodos y no gustan a nadie" pero, ha añadido, "hemos tenido que hacerlos porque la alternativa era infinitamente peor". También ha advertido al PSOE que si dicho partido, cuando gobernaba, "hubiera cumplido sus compromisos" ahora los PGE no serían tan duros y restrictivos.
El presidente ha aprovechado para reprochar a los anteriores gobernantes socialistas que si hubieran cumplido su compromiso de déficit "los recortes serían de 18.000 millones menos y en 2013 de 10.000”.
"España se enfrenta a una situación económica de extrema dificultad". En opinión del jefe del Ejecutivo "quien no lo reconozca engaña a los españoles y hay que mantener una posición de equilibrio", ha zanjado.
Acto seguido, ha anunciado que se dedicarán 29.000 millones de euros a pagar intereses de deuda pública. En este punto, Rajoy ha recordado que España gastó el año pasado "90.000 millones más de lo que ingresó", algo que considera insostenible.
"Quien no se adapte al mundo lo va a pasar muy mal", ha insistido Mariano Rajoy. Además, ha criticado que en España se haya generado "una dinámica que es inmoral y consiste en no pagar a proveedores".
En el marco de su discurso, prácticamente monográfico en materia económica, ha criticado la deuda contraída con el sector eléctrico por los gobiernos de Zapatero, que asciende a 24.000 millones de euros. "Cuando nos fuimos era de 700 millones", ha dicho, en alusión a los gabinetes de Aznar. De ahí que Rajoy considere prioritaria una reforma del sector eléctrico.