El PP está convencido de que Pedro Sánchez perdió el debate de Investidura. Salió trasquilado, y con el estigma de ser el responsable absoluto del bloqueo de la situación en nuestro país. Fue el único de los oradores que no planteó alternativa alguna para superar el 'impasse' institucional y sus únicos argumentos fueron la de un rechazo frontal y sin matices a cualquier posibilidad de que gobierne el partido más votado. En Génova tienen claro que su oferta de este lunes de abrir una ronda de conversaciones con todos los partidos menos con Bildu, y no postularse como candidato salvo que tenga apoyos suficientes, no es más que un intento imposible de sacudirse su imagen de 'míster No'. Nada menos que en noventa ocasiones mencionó esa palabra durante el debate de investidura. Tras dos meses desaparecido por las playas de España y tras protagonizar una intervención muy agresiva pero sin aportar soluciones en el cara a cara parlamentario, el líder de los socialistas intenta dar la sensación de que se mueve, de que va a poner en marcha un proceso de diálogo para colaborar en la búsqueda de soluciones.
Sánchez pretende transformarse de 'míster no' en 'míster solución', cuando todo el mundo sabe que "es el culpable directo de que vayamos de vayamos de cabeza a las terceras elecciones"
La cúpula del PP cree que este anuncio no es más que una torpe estrategia de cambio de imagen, dado que la única solución posible, permitir un gobierno del PP o participar en él, la ha vetado desde el primer momento. La idea lanzada por el secretario general del PSOE de armar un acuerdo con Podemos y Ciudadanos, 'la fuerza del cambio', quedó dinamitada desde el minuto uno por los líderes de Ciudadanos que, pese a sus diferencias con el PP, han señalado que no van a participar en ningún tipo de componendas que incluya a Podemos. Rivera quiere que PP y PSOE intenten un acuerdo, algo imposible por parte de los socialistas. No quedaría más salida que 'el gobierno Frankenstein' liderado por el secretario general del PSOE, otra posibilidad con escasas garantías de progreso.
El hombre de la solución
Sánchez pretende transformarse de 'míster no' en 'míster solución', cuando todo el mundo sabe que "es el culpable directo de que vayamos de vayamos de cabeza a las terceras elecciones", comentan en estas fuentes. Los barones socialistas muestran, tímida y esporádicamente, su oposición a esta alternativa. Una actitud que no hace mella en el equipo que dirige Ferraz, donde se mueven entre la búsqueda de una salida con los independentistas o acudir de nuevo a las urnas. El Rey ha optado por no convocar una nueva ronda de audiencias en Palacio hasta que se aclare el panorama. Rajoy ha señalado desde China que 'va a perseverar', mediante el acuerdo con Ciudadanos como base.
Sin actividad parlamentaria, sin ronda de consultas en Zarzuela, sin posibilidades de formar nuevos pactos, los cuarteles generales de las distintas formaciones se enfrascan estos días en organizar las campañas
Todas las esperanzas se sitúan en los resultados de las elecciones vascas y gallegas. Sin actividad parlamentaria, sin ronda de consultas en Zarzuela, sin posibilidades de formar nuevos pactos, los cuarteles generales de las distintas formaciones se enfrascan estos días en organizar las campañas de las autonómicas en Galicia y País Vasco. Un triunfo resonante de Núñez Feijóo, que puede renovar su gobierno en la Xunta por tercera vez, sería un aval de credibilidad para Rajoy así como una derrota importante de Sánchez ya que el candidato de los socialistas gallegos es un hombre de su absoluta fidelidad.
No se despejan en el PP los recelos a que la sombra de Frankenstein sobrevuele en la mente de Sánchez, "capaz de cualquier cosa con tal de ser presidente', insisten estas fuentes. Algo impensable en los dirigentes territoriales del PSOE, que nada quieren saber con quienes defienden postulados independentistas.