El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha responsabilizado este miércoles a su número dos, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Martínez, del polémico cese del coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos. El ministro se ha enfrentado en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados a una nueva batería de preguntas en la que le han pedido varias veces su dimisión.
Grande Marlaska ha insistido en que no va a dejar su cargo: “No no voy a dimitir porque no he cometido ninguna ilegalidad, no he cesado al señor Pérez de los Cobos, sino que ha sido el secretario de Estado de Seguridad a petición de la directora de la Guardia Civil (María Gámez).
El coronel fue cesado por no dar información acerca de las actuaciones que seguían sus subordinados a las órdenes de una juez sobre la convocatoria de manifestaciones en marzo como la del 8-M. Grande Marlaska ha insistido en la pérdida de confianza, en que forma parte de una remodelación general y ha reiterado que las llamadas al mando fueron para saber por qué se había filtrado un informe de la causa a un medio de comunicación antes de que la juez se lo notificase a las partes.
“No le importan las filtraciones antes de que las conozcan las partes. ¿No sabe que una filtración es un delito? ¿Le parece extraño que se pidan explicaciones de qué se está investigando y cómo ha llegado (a un medio de comunicación)? Eso es garantizar la neutralidad a diferencia de lo que ocurría con su Gobierno con el Partido Popular”, le ha contestado a la diputada del PP, Ana Vázquez.
Le reprochan pérdida de prestigio
Tanto el PP como Vox, por medio del diputado Gil Lázaro, o Ciudadanos con su portavoz Edmundo Bal han reprochado al ministro haber dilapidado su prestigio como juez de la Audiencia Nacional y su lucha contra ETA. “Déspota” o “mentiroso” son algunos de los calificativos que le han dedicado desde sus escaños mientras que han descrito al coronel cesado como un “hombre de honor”.
“No quiero decir más porque tengo respeto por la carrera profesional de Pérez de los Cobos, se ha defendido Grande Marlaska en un intento de justificar sus cambios de versiones mantenidas hasta ahora. El ministro, en cambio, no secundó el argumento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien minutos antes y en el mismo escenario aseguró que los ataques son por luchar contra la policía política que anida en las fuerzas de seguridad.