España y Marruecos aún no han conseguido cerrar el acuerdo para la reapertura de la aduana en Melilla y la creación de una nueva en Ceuta previstas, según el Gobierno español, en la declaración conjunta del pasado 7 de abril por lo que mantendrán una nueva reunión sobre esta cuestión "en los próximos días".
Así lo han indicado fuentes diplomáticas a Europa Press tras el encuentro mantenido este martes en Madrid entre representantes de los Ministerios de Asuntos Exteriores, Interior y Hacienda y sus homólogos marroquíes.
Ambas delegaciones, han indicado las fuentes, han continuado con las conversaciones "sobre todos los aspectos del próximo régimen aduanero en Ceuta y Melilla" en el marco de "normalización, gradualidad y buena vecindad" acordado en la declaración suscrita tras el encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI en Rabat el 7 de abril.
Las fuentes no han entrado en detalles sobre el contenido de la discusión o si se han producido avances concretos en los asuntos a tratar, más allá de precisar que las partes han acordado seguir con las conversaciones "en los próximos días en Marruecos".
Asimismo, han aprovechado para recalcar que todos los puntos de la hoja de ruta de cara a la nueva etapa en la relación bilateral incluidos en la declaración conjunta "se siguen desarrollando y los grupos de trabajo reuniéndose con el objetivo de resolver los aspectos prácticos" de los mismos.
Dudas de Marruecos
El encuentro, que ha tenido lugar en la sede del Ministerio de Exteriores, se ha producido cuatro días después de las dudas planteadas por el director general de Aduanas del país vecino, Nabil Lakhdar. En una entrevista publicada el pasado jueves en la edición digital de la revista Tel Quel, aseguró que las "condiciones geográficas" no permiten construir las instalaciones para las aduanas y que el tema "no era de actualidad" para Marruecos, si bien luego rebajó sus palabras.
Con ello, se desmarcaba de uno de los hitos en la nueva etapa en la relación que ha venido esgrimiendo el propio Sánchez y también el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, nada más terminar la cena con la que España y Marruecos pusieron fin a la grave crisis diplomática vivida hace un año a raíz de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Todavía en Rabat, Sánchez indicó que entre los pasos que se iban a dar en el marco de la hoja de ruta pactada figuraba la reapertura de las fronteras, lo que incluiría la aduana de Melilla, que Marruecos cerró de forma unilateral en 2018, y la apertura de una instalación de este tipo en Ceuta, donde nunca existió. No obstante, Rabat nunca ha confirmado hasta ahora que este paso vaya a darse.
En este contexto, el Ministerio del Interior anunció este domingo por la tarde que España y Marruecos se reunirían en Madrid este 7 de junio para completar el proceso de reapertura de la frontera terrestre iniciado el 17 de mayo para residentes de la Unión Europea y con permiso para circular en Schengen y que, desde el 31 de mayo, se amplió a trabajadores transfronterizos.
En un escueto comunicado, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska explicaba que la reunión se celebraría "entre las administraciones competentes para establecer las modalidades y el calendario de finalización del proceso de normalización de la circulación de personas y mercancías por los dos puestos terrestres".
Interior enmarcó la reunión en "la aplicación de los compromisos de la declaración conjunta del 7 de abril" y más en particular "en lo relativo a la progresiva normalización de la circulación de personas y mercancías, por medio de los sistemas de control aduanero y de personas".