La policía afgana mató hoy a un terrorista que pretendía inmolarse en las inmediaciones de la sede del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) gestionada por las tropas españolas en la región de Badghis, informó una fuente oficial. El gobernador regional, Dulbar Jan Arman, explicó que en el incidente, registrado en la ciudad de Qala-e-Naw, no hubo más víctimas mortales ni heridos.
El insurgente, que se desplazaba a pie, fue interceptado por los disparos de las fuerzas afganas en torno a las 11.00 hora local (06.30 GMT).
"Estábamos informados de que un terrorista suicida había entrado en la ciudad, de manera que las fuerzas de seguridad estaban en alerta", dijo a la agencia local Pajhwok el jefe de la policía de Badghis, Mohamad Jabbar Saleh.
La base que era objetivo del ataque se encuentra a unos 300 metros de distancia de la entrada del aeropuerto de Qala-e-Now, que es la capital de Badghis.
La policía ha iniciado una investigación para esclarecer lo sucedido y ha apuntado que el insurgente pertenecía al grupo de un cabecilla talibán local identificado como mulá Ghausudín.
La violencia se encuentra en un momento álgido
Actualmente hay unos 1.500 militares españoles destacados en Afganistán, la mayoría de ellos en Badghis y, en concreto, en su capital Qala-e-Now, donde se halla la principal base.
Las tropas españolas, que iniciarán su retirada de Afganistán el próximo enero, también están presentes en bases avanzadas en otros puntos de Badghis o en la provincia occidental de Herat.
En virtud del proceso de transición iniciado el pasado julio, la policía y ejército de Afganistán habrán asumido totalmente el control de la seguridad de su país en 2014, cuando está previsto que no queden fuerzas de combate extranjeras.
La violencia se encuentra, no obstante, en uno de sus momentos más álgidos desde la invasión de EEUU y caída del régimen talibán en 2001. El año pasado fue el más sangriento de la última década tanto para las tropas internacionales como para los civiles afganos.