Mercedes (83) reside en Madrid. Desde hace tres años, vive sola en su piso, después de que su marido falleciera. Este año no viaja durante el verano. Tiene varias citas médicas que le impiden irse a su piso de la playa y ver a sus amigas que "le dan la vida" todos los años. Y su familia, "como es lógico" porque ella, pese a ser mayor está "bien" y es "independiente", se ha ido de vacaciones. Ahora, aparte de vivir sola todo el año, pasa el verano en soledad en Madrid. "Qué tristes mis vacaciones ahora", se lamenta. Aunque entiende que la vida de sus hijos sigue pese a sus médicos, le cuesta estar todo el verano sola en Madrid.
Pedro (81), también viudo, vive algo parecido. Como ya no puede viajar y no tampoco quiere cargar a su familia, que "va y viene" todo el verano, ha decidido irse este verano a una residencia, para "por lo menos" estar acompañado y cuidado. "Me lo estoy pasando muy bien, de verdad, pero de vez en cuando me vienen sentimientos de soledad por verme en una realidad en la que nunca he estado, un poco solo", cuenta.
Ambos, Mercedes y Pedro, son sólo dos ejemplos de los muchos casos de personas mayores que viven solas en nuestro país y que cada día sufren dificultades en un mundo tecnologizado que no se adapta a ellos.
La soledad de los mayores es un 'drama' cada vez más habitual, ya que según los datos analizados por SaveFamily en base a informes del INE, España ha vivido un aumento del 8,7% de población mayor de 65 años que vive sola. En verano, su situación muchas veces se complica un poco más, porque sus familiares se van de vacaciones y ellos lo pasan solos, además con más perjuicio para su salud por altas temperaturas.
"Sin duda, en verano se agudiza la soledad y es completamente lógico. Cuando se tiene una red social y de apoyo reducida, como sucede en muchas ocasiones con las personas mayores, ésta se ve alterada en los períodos vacacionales, muchas tiendas del barrio cierran, la familia y los vecinos se van de vacaciones y algunos centros de mayores cierran o reducen sus horarios", desarrolla María José Abraham, directora de la Fundación Edad y Vida, una asociación destinada a dar apoyo a los mayores.
La experta recalca que "una cosa es estar solo y otra sentirse solo". Y en épocas especiales como la Navidad y el verano pasa es lo segundo. "En el día a día puedo estar solo en casa, pero sé que tengo a mi familia o a mis vecinos cerca. Pero no es lo mismo vivir con la ansiedad de estar solo en un edificio o que mi familia se ha ido de viaje a la otra punta... Lo que angustia es no tener cerca la red de apoyo a la que estamos acostumbrados. Los días son largos y desganados así que se pasa tiempo de aburrimiento, generando sensaciones de tristeza que no favorecen a las personas mayores"
Ser mayor y vivir sólo, un problema cada vez más habitual
Pedro y Mercedes sufren todos los días los problemas que supone vivir en soledad siendo una persona mayor. Pero no ocultan su asombro al descubrir que el número de personas que viven como ellos (y que en verano lo pasan peor) ha aumentado casi un 10% en España. "Caray, qué tristeza", señala ella.
Según los análisis de SaveFamily, el dato más preocupante es que el 44,1% de las mujeres mayores de 85 años viven solas, lo que implica una clara edad de riesgo. En hombres el porcentaje cae hasta el 24,2%, especialmente porque el caso de vivir sola en las mujeres suele deberse a la viudedad. En ambas situaciones, pese a todo, se ha detectado un crecimiento respecto al informe anterior, basado en datos del 2018 y donde los porcentajes eran del 42,7% en mujeres y del 23,6% en hombres.
De igual manera, se ha producido un crecimiento en el porcentaje de mujeres entre 75 y 84 años que viven solas, pasando del 34,9% al 35,1% y confirmando esta tendencia al alza. En conclusión, el estudio elaborado confirma que se ha pasado de 1.960.900 personas mayores de 65 años viviendo solas en 2017 a 2.131.400 en 2020. Un crecimiento del 8,7% que en verano cobra mayor relevancia.
Paliar la soledad como sociedad
Ante este panorama, que se agrava más en verano, cabe preguntarse qué tenemos que hacer como sociedad (y de manera individual), para paliar la soledad de nuestros mayores. "A nivel social, debemos trabajar para adecuar los horarios de los centros de personas mayores, que no cierren en verano. Y a nivel personal, debemos seguir estando, aunque sea en la distancia, con las personas mayores de nuestro entorno: llamarles a menudo, mandarles fotos, compartir nuestras experiencias... no paliará la soledad pero sí contribuiremos a que sepan que seguimos pensando en ellos", desarrollan desde la citada fundación.
También hay recomendaciones para los propios mayores: "Que aprovechen las horas más fresquitas del día para ir a dar un paseo, tomarse un café y, en la medida de lo posible, salir un poco de casa. Algunas ciudades han habilitado algunos espacios como "refugios climáticos", donde aparte de paliar los efectos del calor, probablemente encontrarán personas con las que interactuar".
Y por último, la tecnología, aunque a veces 'matadora' para los mayores, puede ser una solución para mantener controlada la salud de los mayores. "La época de verano es una de las más activas. Hay un notable crecimiento en la adquisición de dispositivos para controlar a los mayores", explica Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily, la empresa empresa española que ha analizado los datos sobre soledad de los mayores y que desarrolla relojes inteligentes capaces de monitorizar el día a día tanto de niños como de mayores.
Entre las claves de esos relojes. está la de tener GPS, control de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial o el oxígeno en sangre. Incluso las caídas se pueden detectar, alertando a los encargados de la persona de ese incidente.