Acompañado del ministro de Economía, Luis de Guindos, y de su esposa, Elvira Fernández, que se sumará al programa diseñado por el Gobierno mexicano para los cónyuges de los mandatarios, Rajoy conocerá en pleno vuelo los resultados de las decisivas elecciones que se celebran hoy en Grecia. Los comicios despejarán si Atenas sigue dispuesta a cumplir las condiciones del plan de rescate europeo y comprometida con la moneda única, opción que, sostienen en la Moncloa, debería limitar el contagio de la crisis griega a la economía española.
Aunque fuentes del Gobierno no creen que la situación de España se convierta en eje de la cumbre, que tendrá lugar en Los Cabos mañana y el martes, será inevitable que en los debates se analice la crisis financiera y la decisión del Eurogrupo de conceder a la banca española una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros. Rajoy llegará además a la cita con nuevas y concretas peticiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que el viernes pidió a España subir el IVA y los impuestos especiales y le propuso, entre otras medidas, recortar los salarios públicos, reducir las cotizaciones a la seguridad social y eliminar la deducción por compra de vivienda.
Pero el jefe del Ejecutivo ya dijo ayer en San Sebastián que por ahora no va a aplicar las reformas sugeridas por el FMI.
Según han avanzado las fuentes del Ejecutivo, es probable que los cuatro miembros de la zona euro que participan en la cumbre -España, Alemania, Francia e Italia- mantengan un encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y con el de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
Una cita que podrían repetir con el presidente estadounidense, Barack Obama, interesado en que la UE tome decisiones que eviten que la crisis del euro cruce el océano.
Rajoy, apuntan las fuentes, mantendrá el discurso que ha defendido en las últimas semanas ante sus socios europeos: España está haciendo "los deberes" en casa, con una política de austeridad y reformas estructurales, y la UE debe responder para evitar que se siga especulando con el euro y dañando las deudas soberanas de los países periféricos de la zona del euro.
El Gobierno, que no se ha cansado de pedir al Banco Central Europeo (BCE) que actúe, valora las palabras del presidente de este organismo, Mario Draghi, que ha garantizado que se seguirá proporcionando liquidez "a los bancos solventes donde sea necesario".
Pero cree también necesario tomar decisiones a medio y largo plazo, y, en ese contexto, Rajoy abogará por crear una autoridad fiscal que armonice y controle las políticas de la zona euro, incluyendo el proyecto de los eurobonos.
Defenderá asimismo una unión bancaria, con una supervisión del sistema a nivel comunitario y un fondo que garantice los depósitos y la posibilidad de recapitalizar las entidades.
Alguna de estas propuestas se encontrará con la oposición de la canciller alemana, Angela Merkel, quien ha señalado que su país está dispuesto a ayudar, aunque también ha advertido de que sus fuerzas "no son ilimitadas".
Al margen de la crisis de la zona euro, el Ejecutivo destaca la importancia del debate que mantendrá el G20 sobre comercio e inversiones, convencido de que las principales potencias económicas mostrarán su rechazo a las medidas proteccionistas instauradas por algunos países en los últimos meses, como la decisión de Argentina de nacionalizar la petrolera YPF.
Rajoy coincidirá por vez primera con la presidenta argentina, Cristina Fernández, pero, según las fuentes del Gobierno, no hay previsto ningún encuentro bilateral.
Por el momento, su agenda incluye entrevistas con los presidentes de China, Hu Jintao; Brasil, Dilma Rousseff, y Rusia, Vladimir Putin.
Tras concluir la cumbre el martes, Rajoy volará a Río de Janeiro para participar en Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, invitado por Rousseff, y visitará también Sao Paulo para reunirse con empresarios brasileños y españoles.
El viernes estará de vuelta en Madrid, pero no presidirá el Consejo de Ministros porque tiene previsto viajar a Roma para reunirse de nuevo con Merkel; el primer ministro italiano, Mario Monti, y el presidente francés, François Hollande, para preparar la cumbre europea de finales de mes.