El Partido Popular ve frenado su crecimiento en las encuestas en plena disputa entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso por la fecha del congreso del PP en Madrid. Un estudio de Metroscopia, que analiza la evolución electoral de los diferentes partidos en los dos últimos años, tras las generales del 10-N de 2019, sitúa a los populares aún por detrás del PSOE, que volvería a ser el partido más votado de celebrarse hoy elecciones.
El trabajo de campo se realizó entre el 21 de octubre y el 4 de noviembre, en plena escalada de tensión entre Génova y Sol en los días previos a la junta directiva regional del pasado día 29. Ya antes de la convención nacional del PP celebrada en Valencia, cuando estalló la primera gran crisis entre la dirección nacional del PP y Ayuso, el partido descendió dos puntos en sus sondeos internos, tal y como desveló Vozpópuli.
En el estudio de Metroscopia, el PP subiría casi 5 puntos con respecto a las elecciones generales de 2019, pasando del 20,8% al 25,2%. El ascenso, inferior al apuntado por otras encuestas y lejos del 30% que marcan los trackings de Génova, no le alcanzaría a los populares para ganar los comicios: el PSOE sería, de nuevo, el partido más votado.
La derecha, cerca de la absoluta
Los socialistas, eso sí, pasarían del 28% de los votos al 26,5%, dejándose también 13 escaños: de 120 a 107. También desciende Unidas Podemos, que pasa del 12,8% de votos y 35 escaños al 11% y 28 diputados en el Congreso.
De la caída de los partidos de izquierda se beneficia, fundamentalmente, el bloque de derechas. El PP alcanzaría los 104 escaños y se quedaría al borde de la mayoría absoluta con la suma de Vox, Ciudadanos, y Navarra Suma.
Los de Santiago Abascal pasarían del 15,1% de los votos y los 52 escaños de hace dos años al 18% y 66 representantes en la Cámara Baja. Ciudadanos pasaría de 10 diputados a tan solo 1 y Navarra Suma lograría dos diputados. De esta forma, el bloque de derechas sumaría un total de 173 diputados: a 4 de la mayoría absoluta.
La coalición frena a la izquierda
El estudio de Metroscopia, al que ha tenido acceso Vozpópuli, asegura que este crecimiento del bloque de derechas se debe, fundamentalmente, a la desmovilización del electorado de izquierdas.
El documento, titulado 10N, dos años después y elaborado por Andrés Medina, director general de Metroscopia, destaca que "menos de dos días después del cierre de las urnas" se acabó con el histórico gobierno monocolor en España, con la incorporación de Unidas Podemos al Consejo de Ministros. Además, por primera vez, se desbloquearon los pactos con partidos separatistas, como ERC y Bildu.
El principal efecto de este modelo de Gobierno, afirma Metroscopia, es la desmovilización de los votantes de los partidos de la coalición: "cerca de un tercio de sus votantes se refugia en la indecisión o en la abstención, un desencanto que explica en parte el actual desequilibrio entre los bloques".
Además, destaca la empresa demoscópica, "si el PP quisiera articular una mayoría parlamentaria necesitaría soslayar otro límite adicional: contar con el voto favorable de una fuerza situada ideológicamente a su derecha".
Sorpasso de Abascal a Casado
El PP es el partido que más crece en el bloque de derechas según la encuesta de Metroscopia. No obstante, Pablo Casado se ve claramente superado por Santiago Abascal en lo que respecta al apoyo de los electores del mismo espectro ideológico.
Así, el líder de Vox es el que obtiene el mayor porcentaje de aprobación (un 54%) entre los votantes del bloque de derechas. Además, es el que más ha mejorado su evaluación positiva desde el inicio de la pandemia. Pablo Casado, por su parte, recibe un 44% de apoyos. Inés Arrimadas cierra esta clasificación con tan solo un 30%.
En el bloque de izquierdas, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz empatan con el 67% de apoyos en el electorado de su espectro ideológico. El ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, apenas superaba el 40%.
Fidelidad del voto
En cuento a la fidelidad del voto, en el bloque ideológico de la izquierda, tanto Unidas Podemos como el PSOE han venido mostrando desde 2019 una tendencia descendente: "Tras las elecciones en la Comunidad de Madrid y durante la concesión de los indultos a los políticos independentistas en prisión, la fidelidad de ambos partidos sufrió un descenso notable".
Tras las elecciones en la Comunidad de Madrid y durante la concesión de los indultos a los políticos independentistas en prisión, la fidelidad de PSOE y Unidas Podemos sufrió un descenso notable
En el caso del PSOE, parece estar experimentando una leve recuperación, lo que no sucede en el caso de Unidas Podemos. La salida de Pablo Iglesias de la vida política y la aparición del liderazgo de Yolanda Díaz no han frenado esta tendencia a la baja.
En el campo de la derecha, las fidelidades de voto han ido fluctuando de manera más acusada que en la izquierda. La fidelidad de voto de Ciudadanos ha experimentado un sustancial declive en dos años, especialmente tras las elecciones en Cataluña y en los momentos previos de las elecciones madrileñas.
Tras la victoria del PP en Madrid, la fidelidad del partido liderado por Pablo Casado experimentó un importante crecimiento, efecto que parece disiparse en la actualidad. Vox es, de entre todas, la formación que cuenta actualmente con un mayor porcentaje de votantes fieles.
El PP baja 5 puntos tras el 4-M
Las elecciones ganadas por Isabel Díaz Ayuso el pasado 4-M supusieron un gran trampolín para el PP, que alcanzó una intención de voto del 30%. Ese porcentaje, sin embargo, ha ido descendiendo en los últimos meses, hasta situarse en el ya mencionado 25,2%.
Tras la reanudación del curso político y la crisis interna abierta a cuenta del liderazgo en el PP madrileño, la fidelidad de voto del PP y su capacidad de atraer votantes de Vox y de Ciudadanos ha disminuido, quedando por detrás del PSOE y sin conseguir resolver definitivamente la hegemonía dentro de su bloque: la distancia entre PP y Vox es ahora de siete puntos, solo uno más que hace dos años.
Metroscopia, además, incluye una nota final, advirtiendo que "los eventuales adelantos electorales durante el próximo 2022 en Andalucía y Castilla y León, y quizá en la Comunidad Valenciana, pueden suponer un nuevo reajuste en el equilibrio de fuerzas."