Alrededor de 108.000 nuevos refugiados, 9.000 efectivos cada semana, en su mayoría niños y mujeres (83%), llegaron a Mauritania en 2024 desde Mali, que está experimentando disturbios generalizados en materia de seguridad, según los datos de Unicef a los que ha tenido acceso Vozpópuli.
La Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (Fewsnet) ha advertido que "hasta mayo de 2025" es posible que 'hasta 750.000 personas necesiten asistencia", en particular las personas en zonas de conflicto, los desplazados internos "y las poblaciones en zonas inaccesibles de la región de Ménaka, en el sureste de Mali". Fewsnet estima que aproximadamente 1,6 millones de niños de entre seis y 59 meses y más de 85.100 mujeres embarazadas y lactantes sufrirán desnutrición aguda entre junio de 2024 y mayo de 2025 y esto incluye a casi 425.000 niños que corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda grave.
Unicef afirma que sólo la región mauritana oriental de Hodh acoge actualmente a 260.000 refugiados, de los cuales alrededor de 110.000 viven en el campo Mbera. El motivo de este aumento es la actividad de grupos separatistas tuareg y organizaciones extremistas como Al Qaeda y la organización terrorista Daesh, activas en Mali, que comparte vastas fronteras terrestres con Mauritania.
Un éxido de más de una década
El éxodo de refugiados malienses a Mauritania, que se refleja en Canarias por posteriormente según Frontex, comenzó en 2012, pero las cifras se mantuvieron relativamente estables hasta el año pasado, cuando la escalada del conflicto en 2023 provocó la llegada de nuevos refugiados. Esta tendencia continuó en 2024, cuando el flujo de refugiados superó la capacidad del campo Mbera, lo que obligó a muchos a refugiarse en comunidades de acogida, cuyos recursos locales están ahora bajo una enorme presión.
Tal es la crisis, que se revierte en movimientos migratorios, que en Mauritania, la oficina del ACNUR ha ya excluido "a ciertos solicitantes de asilo del procedimiento de protección nacional para salvar la relación de la oficina regional con las autoridades mauritanas, guiada por la necesidad de equilibrar el riesgo" con las relaciones gubernamentales, según señala Sukru Kagan, doctorando en la Facultad de Derecho de la Universidad de Edimburgo y experto en movimientos migratorios por razones de conflicto.
Las previsiones de Fewsnet a las que ha accedido Vozpópuli señalan que "es probable que el número de personas que necesitan asistencia alimentaria de emergencia aumente hasta mayo de 2025, y que hasta 750.000 personas necesiten asistencia entre enero y mayo, en particular las personas en zonas de conflicto, los desplazados internos y las poblaciones en zonas inaccesibles de la región de Ménaka, en el sureste de Mali". "Ménaka seguirá experimentando niveles de inseguridad alimentaria aguda de Crisis (IPC 3) o peores que podrían deteriorarse hasta convertirse en condiciones de Emergencia (IPC 4) a partir de abril, y es probable que una proporción de hogares en zonas inaccesibles se enfrenten a niveles de inseguridad alimentaria aguda de Catástrofe (IPC 5)", señala el último informe de 2024.
Según los informes de la ONU, el conflicto armado y la violencia entre comunidades han generado inseguridad y obstaculizado el acceso humanitario, en particular en las regiones de Gao y Ménaka, en el este de Mali. La disminución de los ingresos familiares, los altos precios de los alimentos y la falta de acceso a los mercados han contribuido al deterioro de las condiciones de seguridad alimentaria.
La filial de Airbus, Airbus DS Airborne Solutions (ADAS), y su socio de largo plazo, Israel Aerospace Industries (IAI), han firmado un contrato marco de seguimiento para seguir prestando servicios de vigilancia marítima aérea no tripulada a la Agencia Europea de la Guardia Fronteriza y Costera, Frontex. Según los términos del contrato y ha podido saber Vozpópuli, el vehículo aéreo no tripulado (UAV) Heron de media altitud y gran autonomía (MALE) de IAI será utilizado por Frontex en el Mediterráneo durante otros cuatro años, lo que supondrá una importante contribución a la seguridad y la estabilidad de Europa. El contrato entró en vigor a principios de 2025.El UAV Maritime Heron puede permanecer en el aire durante más de 20 horas (en su configuración contraída) y recopila datos de vigilancia mediante sensores electroópticos e infrarrojos. También está equipado con un radar de patrulla marítima de alto rendimiento y un sistema de identificación automática.
Todos los datos recopilados se transmiten directamente al centro de mando operativo de Frontex en Varsovia (Polonia) y a los centros de control de los respectivos países de acogida, lo que les permite coordinar las operaciones de rescate en tiempo real, tomar medidas contra las actividades ilegales y garantizar así la seguridad de las aguas mediterráneas. "Este nuevo contrato subraya tanto la posición de liderazgo de ADAS e IAI en la prestación y ejecución de servicios con sistemas de drones de altitud media y gran autonomía como la larga y exitosa cooperación con la Unión Europea", afirmó Tim Behrens, consejero delegado de Airbus DS Airborne Solutions, en un comunicado de prensa de la empresa. "Estamos agradecidos de seguir apoyando a Frontex en su compromiso esencial de supervisar y proteger las fronteras exteriores de Europa y, por lo tanto, estamos orgullosos de contribuir a la estabilidad de Europa".
Moshe Levy, vicepresidente de IAI y director general del Grupo de Aeronaves Militares de IAI, ha añadido que "Israel Aerospace Industries se enorgullece de haber sido elegida por Airbus como subcontratista para este contrato de Frontex. Seguiremos satisfaciendo todas las necesidades de Airbus, al tiempo que ofrecemos el más alto nivel de servicio profesional. El UAS Heron ha registrado más de 650.000 horas de vuelo operativo en todo el mundo hasta la fecha, llevando a cabo con éxito todas sus misiones. Esperamos con confianza seguir teniendo éxito en la Unión Europea".
