La OTAN va a desplegar una aeronave no tripulada en el Mediterráneo de última generación. El Global Hawk -ese es su nombre- reúne algunas de las tecnologías más modernas en el sector. Un 'superdron' con una envergadura superior a los 35 metros y una longitud próxima a los 14 metros, capaz de desarrollar las misiones más exigentes de vigilancia. En el Mediterráneo controlará el tráfico de armas, de seres humanos y los movimientos de los terroristas. Y tres militares españoles estarán a sus mandos.
La Alianza Atlántica lleva tiempo trabajando en la incorporación de estas capacidades para cumplir con labores de vigilancia desde el aire. El primer Global Hawk RQ-4D llegó a la base aérea de Sigonella el pasado 21 de noviembre de 2019. Cuando la ministra de Defensa Margarita Robles visitó a las tropas españolas desplegadas en este punto el 17 de diciembre, la aeronave no tripulada ya estaba en el hangar principal.
Ahora se sabe que tres militares españoles pilotarán desde tierra esta aeronave. Son dos miembros del Ejército del Aire -el teniente coronel Carrasco y el comandante Galán- y uno de la Armada -capitán de corbeta Moreno- que ya están desplegados en la isla siciliana. Los tres forman parte de los 22 instructores de la OTAN desplazados a la base.
Misiones en el Mediterráneo
El Global Hawk cumplirá misiones de reconocimiento en el mar Mediterráneo y en las inmediaciones. Puede volar a unos 20.000 metros de altitud con una autonomía de hasta 30 horas. Cada uno de ellos tiene un valor superior a 1.500 millones de euros. Los países miembro de la OTAN han adquirido cinco unidades a la empresa estadounidense Northrop Grumman, con todo el equipo añadido que requiere su puesta en marcha, mantenimiento y actividad.
La Alianza Atlántica ya desempeña funciones en el Mediterráneo en la lucha contra el terrorismo, actividades ilícitas y tráfico de armas. España participa en estos despliegues a través de la fuerza naval y submarina de la Armada. A partir de ahora, también con el pilotaje del Global Hawk.
Aeronave abatida en Ormuz
"Nuestra participación en esta fuerza combinada de la OTAN nos permite compartir con nuestros aliados un sistema de reconocimiento estratégico que complementa los aviones tripulados remotamente Predator-B, que ya opera nuestra Ala 23 desde la base aérea de Talavera la Real, Badajoz", detallan desde el Ejército del Aire.
Por ahora, Estados Unidos ha sido el país que más ha confiado en el Global Hawk para desarrollar sus misiones. Uno de ellos fue protagonista en junio de 2019, cuando Irán lo derribó en las inmediaciones del Estrecho de Ormuz, en plena escalada de tensión entre Washington y Teherán.