España

El escándalo de la Púnica no frena la remontada del PP en los sondeos

El sonoro escándalo del 'caso Púnica' no produce los efectos devastadores de la Gürtel o las 'tarjetas black', según los datos que se manejan en Génova. La remontada del PP, que se advierte en el último barómetro del CIS, no ha cesado. La saturación y el verano se han convertidos en aliados del partido de Rajoy.

  • Rajoy junto al líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla

Las revelaciones del denominado 'caso Púnica' que afecta a antiguos altos dirigentes del PP principalmente de Madrid, no está teniendo el efecto demoscópico demoledor que en su momento tuvieron otro tipo de cimbronazos relacionados con la corrupción. Cinco días después del levantamiento del secreto del sumario, la Púnica está teniendo una repercusión demoscópica inferior a episodios precedentes, según los primeros estudios que se manejan en el partido en el Gobierno bajo el control de Pedro Arriola. Todavía es prematuro apuntar si esta tendencia se consolidará en las próximas semanas, pero todo parece indicar que sí por dos motivos: primero, por el perfil de los protagonistas y, en segundo lugar, por el efecto calendario, ya que la difusión de los entresijos del sumario está teniendo lugar en plenas vacaciones estivales.

Los protagonistas y las fechas en los que ha saltado la polémica mitigan los efectos de la operación Púnica en el PP

Ni Granados y Marjaliza tienen la entidad o relevancia pública que tenían Rato o algunos de sus compañeros de Consejo en Bankia, según comentan estos analistas que recuerdan que el estudio del CIS también refleja una caída importante de la preocupación de los españoles por los asuntos de corrupción. ¿Fatiga, saturación o hartazgo?. Quizás las tres cosas. La Púnica no recibe el mismo tratamiento informativo que en su momento dedicaron los medios a cuestiones como la Gürtel, Bárcenas o las 'black'. La difusión del sumario apenas ocupa honores de primera en algunos medios informativos. Los diarios digitales son los que persiguen este escándalo con mayor interés, así como ciertas tertulias televisivas. La Púnica salpica a personajes que ya no están mayoritariamente en el PP y que, salvo el caso de Granados, apenas gozaban de reconocimiento público. Quien fuera mano derecha de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid está en prisión desde hace meses, al igual que su socio, Marjaliza. El resto de los imputados en la causa, salvo los exconsejeros Figar y Victoria, no forman parte del núcleo duro de Génova o de Moncloa.

Ya ha pasado factura

El PP considera que la corrupción ya les ha hecho el daño que tenía que hacerles y, pese a que no le quitan importancia a este caso, no consideran que vaya a tener los efectos devastadores que en su momento tuvieron los 'affaires' precedentes como Bárcenas, que hizo tambalear los cimientos del Gobierno o la Gúrtel, que actuó como una bomba de racimo en medio PP. El PSOE, según el CIS, no logra sacar ventaja de estos escándalos, salpicado como está por las historias nada edificantes que siguen apareciendo en Andalucía, como el asunto de Aznalcóllar, que salpica directamente al Gobierno de la Junta. El pulso interno de los socialistas madrileños, con el cese fulminante de su portavoz Antonio Carmona, también ha robado foco informativo a la bomba Púnica'.

Algunos análisis que se manejan en Génova son incluso más optimistas que lo que refleja el barómetro del CIS y hablan incluso de que, si se reacciona con inteligencia y firmeza al desafío soberanista de Mas en septiembre, el PP podría situarse en octubre por encima del 30 por ciento de la estimación de voto. Cataluña puede dar y quitar, según comentan estos asesores, que subrayan que el PSE no tiene demasiado que ganar el 27-S, dada la ambigüedad de su postura, y Podemos no resultará una apuesta en alza en Cataluña.

Un descenso de vértigo

Diez puntos bajo el PP en sus propios sondeos de otoño del pasado año al descubrirse el caso de las 'tarjetas black', según reconoció el propio Mariano Rajoy en una de sus comparecencias. El escándalo de los consejeros de Bankia, que manejaban tarjetas de la entidad pública sin control alguno, produjo una caída de más de diez puntos en los sondeos que por entonces manejaba el Partido Popular, una descomunal estropicio que se vio reflejado, meses después en las elecciones autonómicas, en las que el PP perdió el control de las principales capitales de España y de algunas comunidades simbólicas.

Con el escándalo de las 'Tarjetas black' el PP llegó a perder diez puntos, según reconoció el propio Mariano Rajoy

La corrupción sigue pasando factura, pero no en forma tan drástica como hace meses. Incluso se advierte que la confianza en la recuperación económica empieza a calar, o así lo quieren ver los analistas consultados. También pesan en el ánimo público los errores que están cometiendo algunos ayuntamientos gobernados por el entorno de Podemos, con la anuencia del PSOE. Ese ambiente de revanchismo y de rencor que detallan algunos ediles favorece la opción del PP. Porque, y es la conclusión de los analistas consultados, el voto del miedo no es decisivo pero tiene relevancia.

 

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