Moncloa pondrá toda la carne en el asador para que la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de junio sea un espaldarazo político al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El líder socialista, atravesado por un contexto político adverso, anhela un encuentro a solas con su homólogo estadounidense, pero fuentes gubernamentales no aclaran si ambos harán hueco para mantener un encuentro privado.
Tampoco Exteriores tiene constancia, según las fuentes consultadas por este diario, de que la diplomacia española esté trabajando para propiciar esa foto y evitar otro fiasco en forma de saludo informal de unos segundos, como el que protagonizaron los dos mandatarios en Bruselas en junio del año pasado, durante otra cumbre de la OTAN, y en Roma cuatro meses después en una cita del G20.
Los sherpas que guían la acción Exterior de Sánchez, así como su comunicación, han aprendido del error que supuso elevar las expectativas sobre una cita de jefe del Gobierno español con su homólogo de EEUU. En Bruselas, Moncloa vendió un encuentro que apareció en agenda alguna y quedó reducido a un leve intercambio informal, pactado ante las cámaras, durante 20 metros de pasillo. Aquella, además, fue la primera toma de contacto de Sánchez con Biden. Y llegó siete meses después de que el mandatario demócrata se hiciera con las riendas de la Casa Blanca.
Verse en los márgenes
El fiasco fue tal que, como contó Vozpópuli, en Moncloa hubo decepción por el revés que les dio la la administración norteamericana. Y es que el Gobierno de EEUU cambió a última hora el guion del encuentro pactado con el Ejecutivo español en los márgenes de aquella cumbre de la OTAN en Bruselas. El acuerdo al que llegaron entonces los equipos era "una reunión de diez minutos". No obstante, fuentes diplomáticas citadas por el diario El País aseguran que esta vez, en Madrid, Sánchez y Biden sí han cerrado un encuentro en los márgenes de la cumbre. Fuentes cercanas a Sánchez evitan aclarar si lo habrá o no.
Lo cierto es que Biden dio a Sánchez otros 30 segundos en la cumbre del G20 que se celebró en Roma en octubre del año pasado. Fue el propio líder socialista quien se acercó a Biden, aunque este, lejos de mostrarse frío, recibió a Sánchez con cordialidad. Eso sí, desde que el demócrata lidera la primera potencia mundial, no se ha dejado caer por Madrid en visita oficial.
Tampoco la Casa Blanca ha invitado a Sánchez. Es más, los reyes tienen pendiente una visita de Estado a Estados Unidos que se suspendió cuando Madrid y Washington ya eran el epicentro de la pandemia, en pleno apogeo de la primera ola del coronavirus.
Pese a que el desplante de Biden en su primera toma de contacto con Sánchez fue un "feo" para amplios sectores diplomáticos, algunos de los más veteranos contaron a este diario que veían factible que Estados Unidos compensara a España de alguna forma. Y puede que un año después la Casa Blanca regale a Sánchez una de sus fotos más deseadas para tratar de cambiar la dinámica negativa en la que está instalada la imagen del presidente y del Gobierno, con bajas expectativas electorales en Andalucía y desgastado por la crisis económica derivada del alza de los precios de la energía y por el lío del espionaje de Pegasus.
Un socio que no ayuda
En medio de esta vorágine, Sánchez enfrenta otro problema: la animadversión de su socio en Moncloa, Podemos, hacia la OTAN y que les llevó a plantar a la Alianza en la celebración de los 40 años de la entrada de España en el club militar. En la sede morada no se entiende que el PSOE apueste por reunir a los líderes de la OTAN pese a que la cita la pactó el Gobierno de Mariano Rajoy. Por si acaso, este lunes se lanzaron a degüello contra la cumbre de Madrid: "Podemos no va a asistir (a la cumbre). Pensamos que hay otras prioridades a esos 37 millones que va a costar y que se ha adjudicado a dedo. No van a beneficiar a un escenario de paz y se podrían haber invertido mucho mejor en educación y sanidad pública", zanjó el coportavoz Javier Sánchez.
Podemos tiene una postura beligerante con la OTAN. Desde que Rusia invadió ilegalmente Ucrania, el partido que capitanea Ione Belarra se ha puesto de perfil y no ha dudado en responsabilizar a la Alianza Atlántica de la crisis por su expansión hacia el Este de Europa. Lo cierto es que en el ADN morado está sacar a las tropas de la OTAN de la Unión Europea de manera progresiva hasta que Bruselas haya creado una auténtica Política Común de Seguridad y Defensa. En plata: Europa la defienden los europeos. Y esa postura no sienta bien en Washington.
Los morados no quieren la presencia de Estados Unidos en la Unión. El partido insistió en que no boicotería la cumbre que se celebrará en Madrid a finales de junio, pero su obsesión por desmarcarse del PSOE en el asunto, le llevó a atacar que el hecho de que el Ejecutivo sea anfitrión de la cita que convertirá a la capital de España en el epicentro militar de Occidente. Los morados cuestionaron el presupuesto que supone la celebración de la cumbre "en un momento en el que hay que dar pasos a favor de la paz".
stoicus
Siempre y cuando el Servicio Secreto, NSA y CIA cacheen a Conducator Fraudescu para comprobar que no lleva nada encima capaz de transmitir hasta las caries de Biden. De llevar un teléfono, ni de baquelita.
Cozumel
Antonio me han dicho que tienes ministros pro-Putin y que son financiados por él, que has puesto al frente de la CIA y NSA Española a comunistas bolivarianos, terroristas y golpistas prófugos Que la información anti yihadismo, anti putin, anti Venezuela, interpol, CIA, NSA que te pasamos la tienen ellos ¿es así Antonio?