España

La muerte de Álvaro Prieto revela la poca seguridad en las estaciones de RENFE: falta dinero y vigilancia

El caso de Álvaro Prieto ha destapado los problemas de seguridad de las estaciones de RENFE en un momento crítico con la amenaza terrorista que se cierne sobre nuestro país

  • La policía y la UME junto a los dos trenes donde se ha localizado el cádaver de Álvaro Prieto, cerca de la estación de Santa Justa -

La muerte de Álvaro Prieto ha puesto el foco del debate en la seguridad de las estaciones de RENFE. El joven fue interceptado colándose hasta en cuatro ocasiones en las cercanías de Santa Justa en Sevilla. Sin embargo, el joven de 18 años consiguió detectar una brecha de seguridad por una zona que ya era conocida por grafiteros por su facilidad. Ahora llega el tiempo de analizar qué se puede mejorar y más cuando España se encuentra en el foco del terrorismo yihadista. "Falta dinero y personal", señalan los expertos.

La 'niña bonita' de RENFE son los trenes de alta velocidad. Sin embargo, en los tramos de estas vías la vigilancia es "insuficiente", según detalla a Vozpópuli Alberto García, portavoz estatal de Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada.

Álvaro Prieto localizó una zona para colarse. La responsabilidad de vigilar este terreno era de ADIF. En el interior de la estación y cerca de ella fue interceptado hasta en cuatro ocasiones. Vigilantes de seguridad y empleados hablaron con el juvenil del Córdoba.

Falta seguridad en los tramos de las vías

Sin embargo, no cesó en su empeño para intentar volver a su casa. Aprovechó una zona en obras que ya era conocida por ser paso para los grafiteros. La vigilancia es férrea en las estaciones de alta velocidad como Santa Justa, Atocha y Joaquín Sorolla. Tienen un control de pasajeros previos, filtros de seguridad, chequeo de equipaje... "Álvaro Prieto intentó colarse y cuando explicó el problema se le propuso soluciones que no aceptó y optó por marcharse", explica García.

La policía, bomberos y la UME, despliegan el dispositivos para sacar el cadáver de Alvaro Prieto en la estación de Santa Justa
La policía, bomberos y la UME, despliegan el dispositivos para sacar el cadáver de Alvaro Prieto en la estación de Santa JustaEduardo Briones / EP

En las estaciones es "muy complicado colarse" pero en zonas como las de Álvaro Prieto puede "colarse cualquiera". El control de los terrenos depende de ADIF y están videovigilados por las cámaras y el Centro Permanente de Seguridad. "Nosotros simplemente cumplimos el protocolo porque hay que dejar muy claro que viajar sin billete es un fraude", defienden los vigilantes.

El juez instructor del caso de Álvaro Prieto solicitó la entrega de los vídeos de las cámaras de seguridad y comprobó que se había colado por una zona cercana al puente. El cadáver estuvo oculto durante días para la Policía, empleados de la estación y vigilantes.

La administración "se gasta lo justo" en seguridad

"A niveles globales el servicio de seguridad no está en condiciones. El 75% del volumen de contratación es de la administración pública y se gastan lo justo. Se ahorran todo lo que se puede y no refuerzan las medidas", denuncian los vigilantes.

Y es que hay vías aisladas de monte que solo están protegidas por una valla "normal y corriente". En estos puntos campan a sus anchas los ladrones de cobre que tienen tiempo para poder arrebatar este objeto y luego venderlo como chatarra.

Las patrullas de vigilancia no son suficientes. Hay efectivos que tienen que custodiar tramos de 80 kilómetros, con lo que eso conlleva para acudir de forma rápida a los avisos de robos. Estas circunstancias no solo se producen en zonas rurales.

La investigación sobre Álvaro Prieto

En Madrid, en el área de Méndez Álvaro, RENFE tiene ubicado un "lavadero". Este punto se ha convertido en una de las zonas favoritas de los grafiteros para desarrollar su 'arte'. Las máquinas sufren daños importantes que tienen que ser subsanados por la administración, con el consiguiente gasto para los bolsillos de todos los ciudadanos.

En el caso de Álvaro Prieto, las fuentes policiales consultadas por Vozpópuli defienden que el trabajo fue "correcto" desde el principio. En todo momento se siguieron los protocolos establecidos en las situaciones de desapariciones. La denuncia se interpuso el jueves 12 de octubre a las 20 horas y confirmaron que no se encontraba herido en centros sanitarios. Esa misma fecha se confirmó que no había estado implicado en ningún hecho delictivo.

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