El juicio por el millonario fichaje de Neymar en el Barcelona toca a su fin de una manera muy distinta a cómo comenzó el pasado 17 de octubre. Los acusados por presunta corrupción entre particulares y estafa llegan al final de este periplo con la Fiscalía fuera de juego. La retirada de la acusación por parte del Ministerio Público da alas a la defensa del futbolista, que insiste en que no hubo delito ni se pagaron mordidas millonarias con el contrato.
El futbolista del París Saint-Germain se libra de los dos años de prisión que pedía la Fiscalía por presuntas irregularidades en el fichaje del club blaugrana. No obstante, todavía afronta una pena de dos años y medio que solicita para él la acusación particular del procedimiento y que, de imponérsela la Audiencia Provincial de Barcelona, podría implicar su ingreso en prisión.
Su defensa, sin embargo, niega delito alguno con estos hechos. Sostiene que los primeros contratos suscritos a finales de 2011, cuando Neymar acababa de renovar por el club brasileño de Santos Futebol Clube, no fueron más que un acuerdo de intenciones. Este lunes apelaron a dicha tesis mientras que el penalista Carlos Gómez-Jara, que pleitea en nombre de la firma de los padres, planteó falta de jurisdicción y de legitimidad de las acusaciones.
En este procedimiento se ha producido tanto un abuso de las reglas jurisdiccionales como de la tipicidad de unos delitos que, por más piruetas acrobáticas que se quieran dar, no encajan en los hechos acreditados Carlos Gómez-Jara
El juicio, que ha despertado gran interés mediático, pone punto y final a un procedimiento que arrancó hace ahora siete años. El asunto -del que ya se ha juzgado una pieza- se instruyó en la Audiencia Nacional, pero en 2019 se derivó a Barcelona porque los hechos ocurrieron allí. Con todo, antes de deshacerse del caso, el órgano envió al banquillo a todos los implicados en este fichaje por el que el Barça pagó 40 millones de euros entre diciembre de 2011 y enero de 2014.
Aunque la Fiscalía ha propiciado un giro de 180 grados al retirar su acusación contra todos ellos, queda por ver si la Audiencia atiende la petición de la acusación particular, que ejerce el fondo DIS, o bien les absuelve de los delitos que se le acusan. El futbolista -que logró luz verde del tribunal para ausentarse de las sesiones- comparte banquillo con sus padres (Neymar da Silva Santos y Nadine Gonçalves) en calidad de titulares de N&N, la firma constituida meses antes del fichaje para formalizar la operación.
"El fútbol vale más que la Justicia"
También han sido juzgados el entonces presidente del Barça Sandro Rosell (para quien la Fiscalía pidió inicialmente la pena más alta de cinco años de cárcel), el exvicepresidente Josep María Bartomeu; Odilio Rodrígues Filho (el directivo del Santos que ocultó la venta del jugador) y también los dos clubes de fútbol y N&N en calidad de personas jurídicas. Por contra, ejercen la acusación DIS (el fondo que ostentaba el 40% de los derechos federativos de Neymar) y la Federación de Asociaciones de Atletas Profesionales de Brasil (FAAP).
Estos últimos se presentan como víctimas del fichaje de 40 millones del Barça. Aunque la Fiscalía ha terminado por concluir que el caso se ha construido a base de "presunciones", las acusaciones insisten en que el primero de los contratos (firmado en 2011 para garantizar su venta al Barça tres años después) alteró el libre mercado de los fichajes futbolistas. Dicen que se pagó mucho dinero del pactado inicialmente y que se camufló en contratos simulados. En consecuencia, el porcentaje percibido por el fondo fue mucho menor que el que le correspondería.
Tras la retirada de la Fiscalía, ahora son el fondos DIS y la FAPP los que llevan la voz cantante. En su última intervención este lunes, su defensa letrada, que ejerce el abogado Eliseo Martínez, no solo insistió en la comisión de delito sino que recurrió al símil del fútbol para denunciar que Neymar les había metido un "gol" con este fichaje que monitorizó su padre.
Además, parafraseó un artículo de John Carlin en El País en el que habló de "ladrones del fútbol" y la garantía que para ellos suponía que los aficionados mirasen para otro lado. "Para los forofos el fútbol vale más que la Justicia", espetó. El fondo percibió el 40% de los 17 millones establecidos como precio de la transferencia de dichos derechos, aunque reclama más cuantía a tenor de la cifra total del fichaje.
Neymar consintió su fichaje
Frente a esta tesis está la de los exdirectivos del Barça y el clan Neymar. El abogado de Sandro Rosell (que se enfrenta a siete años de cárcel) aprovechó esta última intervención para negar irregularidad alguna en el fichaje. Lo mismo hizo María Massó, que representa a Neymar. La letrada reitera que su cliente no tuvo nada que ver en la firma de los primeros contratos (entre el Barça y N&N) y que el fondo DIS no tenía por qué entrometerse en el futuro profesional del futbolista.
Los abogados de Neymar y sus padres solicitan la condena en costas del fondo que ostentó sus derechos por temeridad y mala fe
El preacuerdo firmado en 2011 conllevaba un primer pago de 10 millones de euros y un compromiso de fichar por el Barça a cambio de 40 millones cuando adquiriese la condición de free agent en 2014. "La actuación de Neymar no ha pisado la normativa de la FIFA. DIS tenía su inversión completamente asegurada. Lo único que les ha movido en esta causa es conseguir el mayor rédito económico en su versión", dijo, para sentenciar que Neymar consintió su fichaje.
Falta de jurisdicción
En la misma línea se pronunciaron Jesús Santos (abogado de Neymar padre) y Carlos Gómez-Jara. Este último apeló a la falta de jurisdicción para actuar contra Neymar y la ausencia de legitimidad de las acusaciones. En su turno de palabra expuso que era completamente incongruente hablar de mordidas de 40 millones de euros y luego reclamarlas ante la Justicia "Se podía haber planteado sobre la inconsistencia de decir: 'Se ha cometido un soborno y quiero mi parte'", dijo.
Además, apuntó que, "por más piruetas acrobáticas que se quieran dar" los delitos que atribuye el fondo a los acusados no encajan en los hechos que se han acreditado estas dos semanas de juicio oral. "DIS y FAAP han empleado una táctica muy conocida en el ámbito civil, pero que está muy prohibida en el ámbito penal: irse de compras de jurisdicción: el fórum shopping", dijo.
Ya en sus escritos de defensa negaron sobornos y pidieron el archivo amparándose en en dos premisas determinantes: la primera es que la cesión o venta de futbolistas no es constitutiva de corrupción entre particulares (no se venden mercancías) y la segunda es que no se dificultó el libre mercado puesto que si algún otro club hubiera querido fichar a Neymar podría haberlo hecho superando la cantidad acordada.
"No se trata de un bien, sino de una persona que quería jugar en el futuro en el club de sus sueños. Incluso asumiendo que la actuación del Barcelona pudiese haber encarecido el fichaje del jugador, lo cierto es que cualquier club de fútbol podría haber mejorado la oferta si estaba interesado en la medida en la que no se trataba más que de una preferencia de fichaje tres años más tarde. El que parte de primero en una carrera no siempre la gana. Hay que competirla", reza la defensa del clan. El juicio ha quedado visto para sentencia.