La nieve caída en las últimas horas en Castilla y León ha obligado a cerrar cuatro tramos de carreteras al tráfico, todas en la red autonómica o local, y a usar cadenas en otra docena, según los datos de la Dirección General de Tráfico de las 10.20 horas.
Están cerrados al tráfico en Ávila la AV-932, en Santiago del Collado; en León, la LE-126, en Encinedo; en Burgos la BU-572 en Lunada; y en Salamanca la DSA-191 en Candelario.
Tampoco se puede circular por dos tramos de la AV-901 en Morisco y Navatalgordo, en la provincia abulense, en estos casos por desprendimientos en la calzada.
Además, se precisan cadenas o neumáticos de invierno y no pueden circular ni camiones ni autobuses por otra docena de tramos de carreteras de la Comunidad, de ellos diez en la provincia leonesa, y sendos en la de Salamanca y Ávila.
En León se requieren cadenas en la CL-626, en Villablino; en la LE-497 y LE-495, en Piedrafita de Babia; en dos tramos de la LE-473 en Pola de Gordón; en los puertos de Las Señales y Picones, en la LE-333 y la LE-215, respectivamente; y en la LE-331, en Puebla de Lillo; la LE-234, en Puente Almuhey; y en la LE-233 en Besande.
La nieve afecta además a la AV-913 en Serranillos, en Ávila; y en la PSA-180, en La Hoya, en Salamanca, donde son necesarias cadenas para transitar.
Todas las provincias de Castilla y León están este viernes en alerta, salvo Soria, bien por nieve bien por viento o por ambos fenómenos, con nevadas de hasta 12 centímetros en la comarca zamorana de Sanabria y rachas de 80 kilómetros por hora en algunas zonas.
La alerta es de nivel amarillo, la de menor riesgo, que no afecta a la seguridad de las personas pero sí a la hora de hacer alguna actividad concreta.