La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado orden sobre cuál debe ser la cantidad que toda persona debe mantener en el banco para evitar imprevistos que puedan surgir en el momento menos pensado. Hacer caso omiso y proceder al descuido es una de las virtudes (en este caso, defectos) que tiene el ser humano. No coger las llaves de casa cuando salimos de fiesta, pasar por alto un semáforo en rojo al conducir, comprar sin quererlo un juego publicitario en el móvil, etc. Algunos pequeños descuidos como estos forman parte de una lista incalculable de momentos en los que la mayoría de personas ceden su atención. Normalmente porque no resulta interesante o, simplemente, se actúa así por inercia.
Pero la cosa cambia cuando entra en juego la familia o el dinero. Sobre todo esto último. Por ejemplo, el cobro de comisiones suele ser uno de los motivos que más preocupan a aquellos que cuentan con una cuenta bancaria. Pero hay situaciones más graves, como que en esa misma cuenta no haya el dinero suficiente para afrontar pagos o impuestos importantes; y más aún cuando no existe manera alguna de encarar imprevistos espontáneos que no entraban en los cálculos mensuales. Verdaderamente, ahí cambia la cosa.
Según los últimos datos de Eurostat, España es uno de los países de la Unión Europea donde es más fácil el acceso a los servicios bancarios. Se sitúa a la cabeza de la entidad continental teniendo en cuenta el número de oficinas y cajeros automáticos a disposición del público. Sin embargo, de poco sirven estas condiciones si, tal y como señala el Instituto Nacional de Estadística (INE), alrededor del 9% de la población española llega a fin de mes con mucha dificultad.
Para gestionar los cobros y los pagos cotidianos, los normal es contar con una cuenta corriente en la que se ingrese el salario o la pensión correspondiente. Sin embargo, tal y como informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es necesario establecer un equilibrio en ella, puesto que este no es el mejor sitio tampoco para mantener los ahorros. Por eso en la cuenta sólo conviene tener una reserva de liquidez para poder tirar de ella en cualquier momento y hacer frente a imprevistos o situaciones inesperadas, tales como una avería del coche o una multa.
La recomendación de la OCU: un colchón equivalente a tres meses de salario
La OCU recomienda que la cuantía que depositemos en las entidades bancarias no sea especialmente elevada, como ya hemos apuntado. Hay que ajustar la cifra a la situación personal de cada uno y a los ingresos y gastos que se acentúan en cada caso, pero nunca será aconsejable tener mucho dinero ni tampoco una cantidad mínima.
Fundada en 1975, la OCU lucha contantemente para salvaguardar los derechos de los ciudadanos españoles y crear así una sociedad de consumo trasparente y justa. Paladines de esta misma misión, la entidad publica de forma recurrente estudios y advertencias sobre temas que podrían afectar a la población a nivel nacional, ofreciendo información veraz para que los consumidores tomen la mejor de las decisiones posibles en cada caso. En este caso, la Organización de Consumidores y Usuarios ha dado a conocer la cifra aconsejable para no quedarnos "desnudos" en momentos desprevenidos.
De entrada, la OCU recomienda no tener un saldo promedio muy bajo, porque ahí se corre el riesgo de quedarse en números rojos y que el banco empiece a cobrar comisiones cuando se pase un cargo inesperado o un recibo con un importe superior al que estaba estimado o pensado. De esta manera, la entidad propone que el capital que ha de mantenerse en las cuentas bancarias debe ser "el equivalente a tres meses del salario de la persona". Por lo tanto y por ejemplo, si alguien ingresa al mes 1.700 euros, los ahorros que debería acumular en la cuenta para ser utilizados en cualquier instante imprevisto tendrían que ser 5.100 euros, aproximadamente.
Otra de las advertencias que propone la OCU hace referencia a la distribución de los ahorros. Pero para estos casos hay que estudiar el plazo estimados de estos. Si son ahorros a corto plazo, lo recomendable es invertir en un depósito a un plazo de un año todo aquel dinero del que se puede prescindir en un periodo de 12 meses, mientras que si son ahorros a largo plazo, la OCU acentúa obtener de ellos algo más de rentabilidad, sobre todo con el dinero que no se tiene previsto tocar en los siguientes cinco años, como mínimo.
En todo caso, la organización advierte sobre los ahorros que superan los 100.000 euros en cuentas y depósitos, asegurando que lo mejor es repartir esta cantidad en varias entidades, puesto que el Fondo de Garantía de Depósitos "solo cubre hasta ese límite por titular", pensando en la posibilidad de sufrir una quiebra por parte del banco.