Ofensiva de Maduro para callar a la oposición en España y evitar que más Parlamentos reconozcan a González

El Congreso de los Diputados, Margarita Robles y Edmundo González Urrutia han boicoteado la salida ordenada del presidente electo de Venezuela que pretendía Nicolás Maduro, lo que ha desencadenado una ofensiva para callar a la oposición y evitar que más Parlamentos reconozcan a González.

En la tarde de este jueves, cuando se cumplían cuatro días desde que González Urrutia aterrizó en Torrejón de Ardoz en un avión de las Fuerzas Aéreas Españolas que le trasladó desde Caracas, el escenario controlado, que ya se había visto amenazado el día antes con la aprobación en el Congreso de la proposición no de ley que le reconoce ganador, se desbocó.

Primero, en dos comunicados publicados, una vez que fue recibido por Pedro Sánchez en La Moncloa, González Urrutia fue más lejos de lo esperado. En el primero, dice que le ha ratificado su "determinación de continuar la lucha por hacer valer la voluntad soberana del pueblo venezolano expresada el 28 de julio por más de ocho millones de electores". En una ampliación posterior reafirma su "compromiso irrenunciable" con el mandato recibido de las urnas.

Y, especialmente, con las declaraciones de Margarita Robles, que han sido para el régimen chavista la gota que colma el vaso por ser parte del Ejecutivo español. Un Gobierno que no reconoce a González Urrutia y que niega una negociación con Maduro, de la que este periódico ha informado, para una salida suave y despolitizada del opositor.

En la presentación de la novela El niño que perdió la guerra, de Julia Navarro, en el Ateneo de Madrid el jueves a última hora de la tarde, Robles declaró expresamente: "Permíteme Julia que también haga un recuerdo a los hombres y mujeres de Venezuela que han tenido que salir de su país precisamente por la dictadura en que viven". Sus palabras provocaron el estallido del público en aplausos, tras lo que Robles recordó al opositor que se encuentra en España para solicitar asilo tras abandonar Venezuela por la persecución política.

Maduro ya había cargado contra el PP y Vox, a los que llamó "ultraderecha y ultraultraderecha", respectivamente, junto con varios insultos, a cuenta de la proposición no de ley. Pero con las palabras de Robles, todo el régimen salió en tromba. Han llamado a consultas a la embajadora en Madrid, Gladys Gutiérrez, y han citado al embajador de España en Caracas, Ramón Santos.

El autoproclamado presidente tiene que "mostrarse duro ante los suyos y evitar que cunda el ejemplo en otros parlamentos" y que otros países acaben reconociendo a González Urrutia, cuentan fuentes conocedoras, que ponen el foco en la preocupación por el reconocimiento del Parlamento Europeo que se va a debatir la semana que viene.

José Luis Zapatero está llamado a comparecer el 30 de septiembre ante la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, a propuesta del PP, aunque no está obligado a hacerlo.

Se refuerza la vigilancia en Madrid

También hay inquietud respecto a los exiliados en España, a quienes el régimen suele acusar de supuestos intentos de magnicidio organizados desde España, impidiendo que hablen libremente. Siguen muy de cerca la prensa española y les escuecen mucho las críticas.

Desde el 28 de julio se ha intensificado la vigilancia de las sedes consulares de Venezuela en España, un deber del Estado que se refuerza en momentos de tensión.

El refuerzo de la vigilancia se ha establecido en la Embajada de Venezuela en España, en el Consulado, y en la casa del embajador. Para ello se están utilizando patrullas de Seguridad Ciudadana de los distritos y del Grupo Operativo de Respuesta (GOR).

Esta medida no ha sentado bien a sindicatos como Jupol quienes denuncian que con ello se mermaba los efectivos de Seguridad Ciudadana en los distritos donde se encuentran estas ubicaciones, según detalla a Vozpópuli.

Nuevas sanciones

Esta pasada semana, además, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto nuevas sanciones a 16 funcionarios señalados por cooperar en la realización del fraude electoral el 28 de julio.

Precisamente el chavismo estaba concentrado en el levantamiento de sanciones al que se comprometió Washington si se concurría a unas elecciones libres y competitivas. Maduro, su esposa Cilia Flores, y su hijo Nicolás Maduro Guerra, el fiscal Tarek William Saab, Delcy Rodríguez, ministros, magistrados del Supremo, militares, los rectores del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso y Carlos Quintero, tienen sanciones desde hace varios años.

Maduro no está sin embargo sancionado en la UE. Este asunto fue muy debatido, pero se decidió no incluirle en la lista para que pueda tener una salida, trasladan fuentes diplomáticas, un estatus que podría revocarse.

La UE prorrogó el pasado noviembre sus sanciones sobre jerarcas del régimen a pesar de que España recomienda suavizarlas. En mayo, levantó algunas y prorrogó otras. Con la llega de Biden al poder y con la guerra de Ucrania las sanciones de EEUU se suavizaron pero la inhabilitación de María Corina Machado devolvió el escenario punitivo.

Expresidentes se vuelcan

En paralelo, los ex presidentes Mariano Rajoy, Felipe González y José María Aznar han recibido o recibirán a González Urrutia. Pero no José Luis Rodríguez Zapatero.

Una treintena de exmandatarios iberoamericanos entre los que no está Zapatero pidieron ya hace una semana a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) "la captura y detención inmediata" de Nicolás Maduro, de su número dos, Diosdado Cabello, y de toda la cadena de mando del país.

El expresidente colombiano Andrés Pastrana presentó un informe jurídico en nombre de firmantes como Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy; los colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque; el argentino Mauricio Macri; el mexicano Vicente Fox o el boliviano Carlos Mesa.

Palestina y el Sáhara

El Gobierno sigue sin reconocer a González Urrutia como presidente electo tras acercarse a Maduro en los últimos años, a lo que Sumar y Podemos añaden menosprecio de los opositores. Son las posiciones de la izquierda española, con excepciones, que además se refugia en otros conflictos como justificación.

El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, ha dudado de que González Urrutia haya ganado las elecciones y ha asegurado que hasta ahora, en los comicios anteriores, los resultados han sido "contrastables". Cabe recordar que el Gobierno realizó una serie de cambios legislativos para orillar su derrota en las urnas en 2018, que Zapatero ignoró. "Hasta ahora, siempre ha sido así y no lo digo yo, lo dicen autoridades internacionales de verificación", ha dicho en RTVE en La Hora de la 1, sin que se le haya corregido.

"Uno puede autoproclamarse como presidente de Narnia", ha advertido, y ha asegurado que en este caso no se puede repetir los "errores" que se cometieron en 2019 cuando España reconoció como presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó, del que "nadie se acuerda" y que la "derecha se olvidó de él" casi al día siguiente, tras vincularle además con el "barrio de Salamanca"

La colaboradora del programa Laura Arroyo, periodista de Canal Red y ex coordinadora de formación de Unidas Podemos, ha abundado en este asunto, y ha lamentado que no se asile a activistas saharauis, en una comparación entre conflictos que pretende rebajar el de Venezuela.

Por su parte, el Gobierno organizaba este viernes un evento sobre Palestina que se ha visto eclipsado por el interés mediático por Venezuela.

Pedro Sánchez ha recibido este viernes en La Moncloa a los participantes en la 'Reunión de Madrid: por la aplicación de los dos Estados', a la que han asistido varios ministros del grupo de contacto Árabe-islámico para Gaza así como el Alto Representante para la Política Exterior, de la UE, y los ministros de Exteriores de Noruega y Eslovenia.

Se ha tratado de un acto institucional reseñado en su agenda que ha contrastado con el recibimiento de perfil bajo y sin anuncio oficial que había dado horas antes a Edmundo González Urrutia, que acaba de ser reconocido como presidente electo de Venezuela por el Congreso de los Diputados. El reconocimiento de Palestina en el que España se ha puesto a la vanguardia tampoco se está produciendo en el caso de González Urrutia. En este caso, el Gobierno se escuda en que debe hacerse de forma consensuada con la UE.