"Todos a casa por Navidad". Esa es la premisa que, según las asociaciones de víctimas del terrorismo, sostiene la política de traslados de presos de ETA a cárceles de País Vasco y Navarra, aprobados por el Ministerio del Interior. Apenas queda un puñado de terroristas que cumplen condena en centros penitenciarios ajenos a sus lugares de origen, pero los últimos movimientos aprobados por Fernando Grande-Marlaska -una serie de traslados masivos aprobados en las últimas semanas- apuntan a que, efectivamente, todos los presos podrían terminar en estas comunidades autónomas antes de que concluya el año. Según Etxerat, el colectivo de apoyo a los presos de ETA, este martes se aprobó un nuevo acercamiento: el de Fermín Vila Michelena, de Zuera (Zaragoza) a Zaballa.
Es lo que Daniel Portero, presidente de la Asociación Dignidad y Justicia, ha bautizado con el nombre de "Operación Almendro", en referencia al conocido eslogan de la marca de turrones -"Vuelve a casa por Navidad"-. Desde que Fernando Grande-Marlaska llegara al Ministerio del Interior se ha dado luz verde a un progresivo plan de acercamiento de presos de etarras: primero se vaciaron las cárceles ubicadas en la mitad sur de la Península y, a partir de ahí, se llevaron a cabo los acercamientos a País Vasco y Navarra. Algunos presos de ETA han pasado por hasta tres centros penitenciarios en los últimos meses hasta alcanzar la cárcel radicada en su lugar de nacimiento u origen.
El acercamiento de los presos de ETA era una histórica reivindicación de partidos que han sido clave en la gobernabilidad del Ejecutivo de coalición, como lo son EH Bildu y PNV. Además, el 1 de octubre de 2021 entró en vigor el traslado de las competencias penitenciarias a País Vasco, por lo que el Ejecutivo regional dispone la situación en la que los terroristas presos deben cumplir condena.
La Fiscalía ya ha recurrido una veintena de beneficios penitenciarios y la Audiencia Nacional ha obligado a una docena de etarras a regresar a las cárceles en las que cumplían condena, al considerar que los procedimientos no eran los adecuados.
La "antesala" de terceros grados
Por eso, desde las asociaciones de víctimas se esgrime que el traslado de presos al País Vasco son la "antesala" de la concesión de terceros grados. El Ministerio del Interior aprobó la semana pasada el traslado de siete etarras, entre los que figuraban los asesinos de Ernest Lluch y el matrimonio Jiménez-Becerril. Al departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska le bastarían una o dos ventanas de traslados para culminar el fin de la dispersión de presos de ETA.
"Hoy se culmina prácticamente la 'operación Almendro' de Sánchez para tener a todos los asesinos de nuestros familiares antes de final de año, incluso antes de Navidad [en cárceles vascas y navarras]", esgrimía entonces Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) apuntaba que "sólo quedan 14 etarras para que Pedro Sánchez y su Ministro del Interior puedan pasar a la historia como los responsables de acercar a todos los presos de ETA a cárceles del País Vasco". Y esgrimían que los traslados se llevaban a cabo "sin colaborar con la justicia", "sin
arrepentirse", "sin haber pagado su deuda con la sociedad".
Desde la AVT afirmaban que el plan del Ministerio del Interior pasaba por tener a todos los terroristas en cárceles vascas y navarras por Navidad: "Ya sabemos desde hace tiempo que este Gobierno tenía entre sus prioridades que todos los presos de ETA estuvieran cerca de sus familias en estas fechas tan señaladas". La asociación, además, criticaba que se les comunicase cada ventana de acercamientos de terroristas al mismo tiempo que a los medios de comunicación: "Ya sabemos desde hace tiempo que este Gobierno tenía entre sus prioridades que todos los presos de ETA estuvieran cerca de sus familias en estas fechas tan señaladas".
Con estos movimientos, el Ministerio del Interior allana el camino para culminar -antes de que termine el presente año- el acercamiento de todos los terroristas que cumplen prisión por su historial en ETA, en consonancia con la reivindicación que partidos abertzales y nacionalistas han planteado en las últimas décadas.