El líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, ha cambiado radicalmente su discurso respecto a la ejemplaridad de los políticos tras haber sido imputado su tocayo Oriol Pujol, diputado en el parlamento catalán por CiU y que en el momento de su imputación era secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Junqueras siempre había defendido que Pujol debería dimitir si resultaba imputado. Sin embargo, este viernes ha defendido que "la mayoría de imputaciones acaban en una desimputación, y por eso tomar una decisión que no puede dar marcha atrás tal vez no sea lo adecuado", en una entrevista en Televisión Española.
Cuando fue imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por el 'caso de las ITV', Pujol aseguró que "una imputación no es una condena" y recordó que si dejaba su escaño y luego se demostraba su inocencia no podría ser restituido en su honor.
Por otra parte, Junqueras ha desplegado su ya habitual discurso soberanista, el cual sí se ha mantenido más fiel a sí mismo pues sigue exigiendo una consulta soberanista sobre la permanencia o no de Cataluña en el Estado español. Sobre este punto, el político barcelonés ha dicho que "nunca debemos aparcar la democracia ni aplazar la democracia. La democracia nunca sobra y la posibilidad de que los ciuadanos expresen su opinión de forma democrática creo que es oportuna y compatible con otras consideraciones sociales y económicas".
El líder independentista ha enumerado en la entrevista televisiva un conjunto de actuaciones a su juicio negativas que viene llevando a cabo el Estado, como el no cumplimiento de "sentencias del TC" sobre traspasos de competencias a Cataluña y también ha dicho que "el Estado español usa la guerra sucia", así como ha sido condenado por "torturas a un periodista". Junqueras ha dicho que si busca la independencia es "para poder tener herramientas para atender a las necesidades de nuestros ciudadanos".