El expresidente del Gobierno, José María Aznar, recibió antes de acceder al poder un sobresueldo mensual en forma de gastos de representación, además de su salario de diputado, como ya adelantó Vozpópuli el pasado mes de enero. Según la contabilidad oficial que el Partido Popular ha remitido a la Audiencia Nacional -y a la que ha tenido acceso el diario ‘El País’- en 1990 los pagos mensuales ascendieron a 500.000 pesetas (3.000 euros), cifra que se duplicaba en julio y diciembre a modo de paga extraordinaria, lo que evidencia su carácter de sueldo.
En total, Aznar habría recibido ese año siete millones de pesetas (42.000 euros), cantidad que un año después aumentaría en un 14%. Media docena de dirigentes del Partido Popular, incluyendo Javier Arenas, Ángel Acebes, Ana Mato o Cristóbal Montoro, se habrían beneficiado de este mecanismo. Y es que en el seno del PP se considera “totalmente legal” la práctica de compatibilizar remuneraciones dentro y fuera del partido.
El propio Mariano Rajoy declaró haber aumentado sus ingresos en un 27% entre los años 2007 y 2011, gracias a los pagos del partido que él también declaraba como gastos de representación.
El extesorero de los populares, Luis Bárcenas, confirmaba estas prácticas en su declaración ante el fiscal Anticorrupción. "Había sobresueldos, claro que sí, para aquellos diputados nacionales o senadores nacionales que estaban teniendo una responsabilidad parlamentaria. Como en cualquier empresa, se supone que tienen un nivel de responsabilidad superior y más horas de dedicación".
Bárcenas defendió la legalidad de esta fórmula, que habría consensuado con el despacho jurídico de Miguel Crisantemo. "Nos dijo que no había ningún problema. El pago se articuló mediante recibos en los que figuraba la cantidad bruta y la retención practicada era del 21%, la misma que se aplicaba en las Cortes".
Una fórmula válida hasta 1996
A partir de la victoria electoral del Partido Popular en mayo de 1996, los miembros de la cúpula del partido que se incorporaron al Ejecutivo de Aznar dejaron de recibir "gastos de representación". Y es que por ley, los ministros no pueden percibir remuneraciones al margen de su cargo. También se eliminaron las referencias a nombres y apellidos, pasando a un sistema de códigos numéricos o con una combinación de cifras y siglas.
Ese fue el motivo principal por el cual en 1997, Bárcenas comenzó a llevar su contabilidad en B en su famoso cuaderno, donde empezó a apuntar pagos trimestrales o semestrales similares a los que en la etapa anterior figuraban como gastos de representación.