Los pasos de Podemos y de Bildu van acompasados. El perdón que lanzó a las víctimas de ETA el coordinador general de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, forma parte de una estrategia conjunta que persigue un claro objetivo: implicar a Bildu en la "dirección de Estado" para atarles a la mayoría que sostiene el Gobierno de coalición en el Congreso y que los morados ven como la única que puede hacer frente a la fuerza de PP y Vox.
Según las fuentes consultadas en la órbita morada, esa maniobra común ha hecho que el exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el propio Otegi hayan coincidido en menos de 24 horas en golpear a Felipe González —alineado con Pedro Sánchez tras el cónclave socialista de Valencia—.
El primero en hacerlo fue Iglesias, este lunes, en los micrófonos de la Cadena Ser. El exlíder morado reclamó a los responsables políticos de los GAL que ahora, tras "el paso enormemente valiente" de Otegi, pidan perdón.
Y el dirigente abertzale, este martes en Rac1, ha pedido al expresidente del Gobierno que reconozca que "organizó los GAL". Ninguna de las intervenciones ha sido mera coincidencia. Lo cierto es que el arrepentimiento de Otegi es un paso que permite a Podemos presentar a Bildu a los votantes progresistas como un actor político legítimo con el que construir un "proyecto de país".
Pablo Iglesias y Arnaldo Otegi han coincidido en menos de 24 horas en golpear a Felipe González
Los morados cerraron su universidad de otoño con una intervención de Iglesias en la que llamó abiertamente a la izquierda española e independentista a ir de la mano para acelerar el fin del reinado de Felipe VI bajo el manto de una "identidad republicana". ¿El objetivo? Una república plurinacional y social para España con la que, además, apartar a los independentistas de aventuras secesionistas.
El exvicepresidente segundo explicó sin ambages que dado que Ciudadanos ya no es una opción política viable que pueda ser muleta del PP o del PSOE, la mayoría que sostiene al Gobierno de Sánchez, que incluye a Bildu y a ERC, tiene que dar un paso adelante y hacer partícipe a los independentistas de la gobernabilidad del Estado. Las fuentes consultadas detallan que Podemos lleva maniobrando para pegar al PSOE a esa mayoría desde la negociación de los presupuestos generales del año pasado.
Superar al PSOE y liderar la mayoría
Podemos, que está entregado al proceso de reconfiguración del espacio político a la izquierda del PSOE que ha generado el "frente amplio" de Yolanda Díaz, cerró su universidad otoño con una hoja de ruta para la próxima década en la que reconoce sus dos grandes objetivos estratégicos: 'sorpassar' a los socialistas, conscientes del tirón electoral de la vicepresidenta segunda, y "cuidar" a Bildu y al resto de partidos que sustentan al Ejecutivo.
"Además de trabajar para encabezar el Gobierno, tenemos que ser conscientes de que somos una parte de un bloque de dirección de Estado. Ese bloque, como ocurre con el Gobierno de coalición y como
deberá ocurrir con el Gobierno encabezado por nuestro espacio político, es un bloque progresista y plurinacional en el que no estamos solos. También están las fuerzas políticas catalanas y vascas y el PSOE. Estos son nuestros aliados estratégicos y debemos cuidar esa mayoría para que no aparezcan en el camino peligrosas involuciones en la forma de un Gobierno PP-Vox", zanja el documento morado.
Podemos tiene claro que "trabajar juntos es un imperativo histórico y el cuidado de esas alianzas una tarea política central". Y a eso está decidido. Eso sí, los morados no contemplan concurrir electoralmente con los independentistas en el "frente amplio" y acudir con una propuesta de referéndum sobre la monarquía, según fuentes del partido.
Los efectos del arrepentimiento
Lo cierto es que el perdón de Otegi, el mismo que empleó ETA en 2018, allana el camino para un pacto a tres entre PSOE, Podemos y Bildu que desaloje al PNV del poder. Aunque, por el momento, el acuerdo entre los socialistas vascos y los 'jeltzales' que mantiene Íñigo Urkullu como lehendakari goza de buena salud.
Eso sí, por si quedaba alguna duda de cómo ha sentado en el Gobierno de coalición el "perdón" de Bildu, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha sido contundente: el paso dado por la izquierda abertzale es "insuficiente" y, además, debería pedir perdón: “Han de pasar de las palabras a los hechos".
Más allá de la correlación de fuerzas en Euskadi, el perdón de Otegi conlleva otra clave: el apoyo de Bildu a los presupuestos generales del Estado que acordó el Gobierno de coalición. El propio coordinador general ha reconocido que si su formación los apoya será a cambio de cerrar la salida de los presos etarras que aún están recluidos por toda España.