La octava jornada del juicio de la Primera Época de la Trama Gürtel (1999-2005) tendrá como protagonista al ex secretario de organización del Partido Popular en Galicia, el acusado Pablo Crespo, quien defenderá durante su comparecencia que "nunca tuvo consciencia de estar cometiendo ninguna irregularidad administrativa" durante todos los años que recibió instrucciones y trabajó codo con codo con el presunto 'capo' Francisco Correa.
Fuentes jurídicas consultadas por Vozpópuli, avanzan que Crespo negará haber tenido contactos ni relación con los ex dirigentes políticos del PP imputados en esta pieza separada de Gürtel como es el ex alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, el ex regidor de Majadahonda, Guillermo Ortega o el ex diputado Jesús Merino, entre otros.
En contraposición, el considerado número dos de esta red de corrupción sí que admitirá haber mantenido contactos con el ex tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, para entregarle facturas que la formación de Rajoy debía abonarle a las empresas del denominado grupo Correa por los actos de preparación de las campañas electorales.
El encausado Pablo Crespo, que se enfrenta a una pena por parte del Ministerio Público de 85 años y seis meses de prisión por varios delitos de corrupción, ejercía presuntamente la gestión de las actividades de la trama y supervisaba la actuación de otros acusados del "grupo Correa".
Correa: "Pablo es un hombre honrado"
Durante su declaración el pasado día 13, el líder de Gürtel trató de salvar a los suyos, a su círculo de máxima confianza. El capo, al que llamaban Don Vito como a El Padrino, sostuvo que él era el único que entregaba las 'mordidas' a los políticos en "sobres" y el único que tenía relación con ellos. "Sólo yo, nadie más de mi equipo", apostilló.
Asimismo, Correa manifestó que él no estaba en el día a día de sus empresas ya que de eso se ocupaba su número dos, Crespo, al que calificó como "un hombre honrado" que se limitaba a ejecutar las instrucciones que él le daba. "Si Pablo Crespo tenía que cometer alguna irregularidad me llamaba a mí para que le diera el ok", confesó el líder de Gürtel. Ésta será la única afirmación de su ex jefe que "matizará" el ex secretario de organización del PP gallego. Crespo argumentará que “nunca fue consciente de cometer ninguna irregularidad”.
En su escrito de acusación, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que Francisco Correa y Pablo Crespo, en connivencia con otros acusados, "crearon una trama de confección de facturas falsas con la triple finalidad de sobornar a los cargos públicos mediante la generación de fondos opacos para la Hacienda Pública y ajenos al circuito económico legal Caja B; reducir la base imponible en las declaraciones tributarias de distintas sociedades mediante la simulación de gastos irreales y la ocultación de ingresos percibidos; y, encubrir al verdadero titular de los fondos, su origen y destino".
