"¿Te puedo contar un secreto que nunca he contado en un medio de comunicación? El famoso SMS de 'Aznar de rositas y Urdaci trabajando' se gestó en mi facultad, con un grupo de gente pensando la manera en que había que ponerlo para que cupiera en los caracteres y generara ese efecto de flashmob. La persona que lo recibe tiene que tomar la decisión de si le da la confianza a quien se lo ha mandado y lo sigue o lo ignora", explica Pablo Iglesias a Iñaki Gabilondo en una entrevista en Otra Vuelta de Tuerka.
El líder de Podemos está dialogando con el periodista sobre un momento considerado histórico, como fue la entrevista de Gabilondo a Felipe González donde le preguntaba directamente sobre su posible identidad como Míster X. Tras ello, Iglesias se refiere a ese otro momento "con todo el país pendiente de la radio", como fueron los días posteriores al 11-M. El periodista explica que el fin de semana él no había estado ni en la radio, pero que el jueves y el viernes, al menos su equipo en Cadena Ser, "había jugado absolutamente limpio", aunque había visto pasar de lo mejor de un país a lo peor en 48 horas.
Gabilondo recuerda también que se personificó toda la iniciativa de oposición a la versión oficial en su nombre, "quizás por ser el más conocido", y el efecto que produjo la convocatoria en Génova 13 fue interpretado desde el poder como una maniobra de tres grupos de comunicación.
La movilización lograda aquel día se debía al mensaje que recibieron numerosos dispositivos móviles, que rezaba "¿Aznar de rositas? ¿Lo llaman jornada de reflexión y Urdaci trabajando? Hoy 13M, a las 18h. sede PP, C/ Génova 13. Sin partidos. Silencio por la verdad. ¡Pásalo!". Iglesias explica que aquel 13 de marzo fueron los ciudadanos los que dijeron "esto que está ocurriendo es una vergüenza", y cuenta a Gabilondo que él estuvo en aquella concentración.
"Éramos militantes, teníamos experiencia, pensábamos que la policía iba a repartir palos y no iba a haber ni dios, que seríamos cuatro gatos, y nos impresionaron dos cosas: la cantidad de gente y la actitud de la Policía. Era completamente distinta a lo visto en las manifestaciones contra la guerra. Estaba diciendo 'esta gente tiene razón, tiene razón y aquí no se pueden aplicar los protocolos que se aplicaban'. Era impresionante, de repente ver que al Gobierno se le iba de las manos... Me imagino lo que tiene que ser estar delante de un micro diciendo 'todo lo que yo diga en este momento puede cambiar la historia de mi país'", le dice a Gabilondo.
El periodista, por su parte, recuerda que aquellos días veía cómo médicos que no estaban trabajando se ofrecían voluntarios, que compañeros que estaban de vacaciones volvían antes y se incorporaban para trabajar... "En aquel contexto hacía falta estar muy enfermo para pensar que había elecciones dos días después", señala Gabilondo.