Mucha complicidad y mucha unidad. Tras la fuerte batalla interna de las últimas horas, el presidente del PP, Pablo Casado, y el líder del partido en el País Vasco, Alfonso Alonso, han escenificado la paz durante la clausura de la convención que los populares vascos han celebrado este fin de semana en Vitoria. "Yo soy también del PP vasco, sin vosotros no estaría en política", ha afirmado el primero. "España necesita la fortaleza y la unidad del Partido Popular y necesita a un líder como Pablo Casado", ha remarcado el segundo para después pedir que no haya división "porque no tenemos tiempo para tonterías".
Las diferencias siguen ahí, latentes y palmarias, pero las direcciones nacional y regional del PP han hecho un esfuerzo este sábado por ocultarlas. Así se aparcaba, aunque fuera temporalmente, la fuerte polémica suscitada en los últimos días a raíz de unas palabras de la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que acusó de "tibieza" a los populares vascos y cuestionó su defensa de la foralidad. Primero, ambos subían juntos y sonrientes al escenario entre los aplausos del público, formado por unas 200 personas. Después, ambos apelaban a la unidad en sus discursos.
Los discursos
El presidente del PP vasco iniciaba su parlamento destacando la "unidad" que necesita la formación y recordando su compromiso total con "un proyecto nacional". "España necesita la fortaleza y la unidad del Partido Popular y un líder como Pablo Casado". A continuación defendía con ahínco la "foralidad" y la "personalidad" que a su juicio necesita el partido en Euskadi para combatir al nacionalismo del PNV y "a los que justifican el asesinato selectivo de personas".
Al final de su intervención, en un tono más desenfadado, Alonso afirmaba envalentonado que "se acabaron las bromas, somos compañeros, nunca más enfados y sin divisiones" porque a su juicio "no tenemos tiempo para tonterías".
Casado y Alonso compartían escenario por segunda vez para presentar un cartel donde aparecen el mapa de España, los nombres de todos los miembros del partido asesinados por ETA y el mensaje "memoria, legado, compromiso". El líder del PP vasco reclamaba que en cada sede del partido en toda España se cuelgue un cartel similar.
Para cerrar el acto, Casado subía al estrado. Había mucha expectación ante sus palabras después de que su número dos hablase de la "tibieza" del PP vasco. "Voy a ser muy claro: yo también soy del PP vasco, sin vosotros no estaría en politica y el PP no tendría sentido ni explicación en toda España sin el PP vasco". Después, añadía que "el PP vasco es el tuétano de todo el PP porque está en todas partes del partido". Mensajes dedicados a sofocar el incendio de las últimas horas.
Casado ha remarcado una y otra vez su especial vínculo, para lo que ha recordado sus viajes desde Ávila a Euskadi para ayudar en las elecciones y su ligazón con las Nuevas Generaciones vascas. También ha recordado la memoria de los concejales asesinados por ETA como Miguel Ángel Blanco. Y ha afirmado que "ETA no existe porque existe el Partido Popular".
Pese a la escenificación de esta suerte de armisticio en forma de mensajes cariñosos, la realidad es que las palabras (para ellos hirientes) de Álvarez de Toledo acerca de la "tibieza" del PP vasco presidían el ambiente en el Palacio de Congresos Europa de la capital de Euskadi. Unos y otros, en el estrado y en los pasillos, no hablaban de otra cosa. La secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández, destacaba que su intención es "ser la alternativa constitucionalista al PNV" y remarcaba, entre fuertes aplausos, que "nosotros siempre hemos sido el dique de contención frente al nacionalismo". Un claro mensaje dirigido a Génova pero que Casado no escuchó porque llegó al lugar después.
La guerra previa
Había tanta tensión como morbo antes de esta fotografía de Casado con la plana mayor del PP vasco tras . El 'coqueteo' político con Rosa Díez, por un lado, y las palabras explosivas de Álvarez de Toledo, por el otro, habían generado un enorme malestar entre los populares del País Vasco, que no daban crédito
La contienda llegó al paroxismo el viernes por la tarde, en el inicio de la convención del PP en Vitoria, cuando el portavoz en el Parlamento vasco, Borja Sémper, lanzó una dura diatriba contra la portavoz popular en el Congreso de los Diputados como respuesta a las acusaciones de "tibieza". "Mientras algunas caminaban sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo la Constitución". Palabras que calentaron aún más, si cabía, esta convención que, contra lo que esperaba el PP de Euskadi, ha sido de todo menos tranquila.